Santiago (de la loca de los rulos al overbooking)

Pensábamos que para 4 noches que íbamos a pasar en Santiago no iba a haber suficiente material para hacer una entrada, teniendo en cuenta que hace menos de dos meses estuvimos varios días (enlace de la entrada anterior de Santiago), pero la verdad es que anécdotas no nos han faltado.

La vuelta a Santiago fue porque desde ahí teníamos vuelo para Isla de Pascua, así que aprovechamos unos días que nos habíamos dejado para preparar la salida del continente y hacer algunas cosas que habían quedado pendientes.

Como ya conocíamos un poco Santiago repetimos con el alojamiento, ya que la otra vez quedamos encantados con Casa Daroch y con el trato de la super-abuela Eliana. Una vez instalados empezamos a hacer recados, el primero era ir a cortar el pelo al Da, ya que le crece mucho y cada 3-4 semanas, toca “esquilada”. La verdad es que en este viaje nos dejamos llevar bastante y no rebuscamos tanto como haríamos en nuestra Barcelona natal, así que entramos en el primer sitio que vimos… craso error... A primera vista la peluquería “unisex” no tenía desperdicio, nos encontramos con una señora de mirada extraña (nunca miraba a los ojos, mejor dicho… nunca nos miraba a la cara), con la cabeza llena de rulos y con un look estilo mujer de la limpieza de la 13, Rue del Percebe. El Da al verla, le hizo la sencilla pregunta de que si cortaba el pelo al 2 con máquina, a lo que le contestó que sí, que era un corte sencillo que lo había hecho más veces, que se sentase.

A partir de ahí, no sé qué pasó, solo notaba tirones en la nuca y que apenas caía pelo al suelo, sospechoso, máxime cuando veía por el espejo a la Ro partiéndose de risa y poniendo caras raras… más sospechoso todavía… hasta el punto que cuando empezó por la parte de delante, empecé a ver trasquilones y todo el pelo muy, muy desigualado!!! Al decírselo a la “señora”, se enojó… diciendo que yo era muy exigente y que para ser extranjero ya lo tenía bien cortado, así que le pagara y me fuera… ufffffffff… 

Ay, ay, ay...

Simplemente me levanté, se fue dos metros atrás diciendo que venía el marido a hacerme entrar en razón y que llamaría a los carabineros (policía chilena), cosa que le pedí que por favor hiciera, cuando vio que yo me sentaba esperando a la policía, cambió de tono y fue a buscar ayuda a la “comunidad de las marujas con rulos” (quizá salgan en “El señor de los anillos IV”, junto a esas de las orejas enormes para arriba que tiran flechas….), ya que en poco tiempo se presentaron 4 réplicas como ella, pero con batas de diferentes colores!!! Eran clones!!!! . Yo no entendía nada, me veía la cabeza cual oveja esquilada a medias…  y al mirar para abajo sólo veía 5 cabezas llenas de rulos vociferando con acento chileno… de locos.

Al ver el panorama, nos lanzamos a buscar ayuda a la calle, una cuadra más abajo vimos una furgoneta de carabineros, la paré inmediatamente y al bajar la ventanilla el copiloto, me encuentro con un carabinero calvo… no puede ser!!! Mi entrada con él fue de lo más espectacular debido a la tensión de los momentos anteriores vividos. Le dije, “perdón…. Uy, usted no me va a comprender… (miré al conductor, este sí con pelo y le expliqué) “Mire como me han dejado la cabeza!!! ¿Cómo lo puedo solucionar?” Los carabineros después de unos momentos titubeantes y de morderse los labios por no reírse, nos hicieron subir a su furgoneta para ir a reprimir a la loca de los rulos, luego nos hicieron un pequeño tour turístico y nos acompañaron a una peluquería de confianza, donde Hugo (el peluquero) no se creía la historia hasta que vio las fotos… Al final el pobre hombre me tuvo que dejar la cabeza al 1 porque lo que me había hecho la terrorista de los rulos no tiene nombre.

Junto al artista Hugo

El ambiente dentro de la furgoneta de los carabineros fue extraordinario, con frases de ellos como “anda que venir a Chile para que te tomen el pelo… jajajaja”… en fin, pudimos positivizar una situación negativa y sacar lo bueno, como por ejemplo que esta vez tendré que esperar 5-6 semanas en cortarme el pelo de nuevo… y que volvimos a comprobar que la policía chilena es totalmente de fiar y comprometida con las injusticias. Todas la veces que hemos necesitado su ayuda, han estado ahí y han hecho por nosotros más cosas de las que deberían hacer, la verdad es que quisiéramos felicitarlos por su profesionalidad, muchas gracias!!!

Interior de la furgoneta de los Carabineros

En los siguientes días aprovechamos para informarnos bien de nuestro siguiente vuelo a Isla de Pascua, ya que nos habían dicho otros viajeros que puedes cargar 46 Kilos por persona en 3 bultos como máximo, en lugar de los 23 Kilos permitidos que aparecen en la web de LAN. Esto lo hacen porque la comida en la isla es escasa y por lo tanto cara. En la oficina central de la compañía (cerca de la Plaza de Armas), nos lo confirmaron y nos dijeron que por su lejanía y aislamiento, se trata de un tramo con un trato especial en cuanto al peso permitido por viajero, así que ahora tocaba ir a comprar víveres para los siguientes días!!!

Con parte de la provisiones

Con el nuevo corte de pelo alias “look de turista”, fuimos al día siguiente a uno de los sitios que diríamos que es imperdible en Santiago, hablamos de La Piojera, es un lugar con un aspecto “diferente”, lleno de gente chilena, por lo que es auténtico. Para los que son de Barcelona, les resultaría “similar” en cuanto al ambiente, al Champanillo de la Barceloneta. La bebida que tienen más popular es el Terremoto, compuesto por una especie de mosto con helado de piña, aunque la mezcla parezca rara, está muy bueno, sobre todo cuando el helado se ha ido deshaciendo e impregnando sus aromas al vino. Tienen otras bebidas como el Maremoto, Réplica, Tsunami… que ya no los probamos. Ni que decir tiene que todas están relacionadas con los movimientos sísmicos, famosos en toda esta área. En cuanto a la comida, nos decidimos por el Arrollado con papas, ya que los otros platos ya los habíamos probado en otros lugares (lomo a lo pobre, pernil,…)

Tomando el Terremoto

Arrollado con papas

En esta zona del mercado, conocimos a Herison, un chico de Curitiba (Brasil), que nos dio consejos y nos remarcó mil veces que era hincha del Coritiba Foot Ball Club. Herison es camarero de un restaurante conocido, y aunque le preguntamos por otro sitio, no trató de desprestigiar a la “competencia” para captarnos para su local. Nos ayudó a llegar allí, nos recomendó que pedir y nos dijo que otro día podríamos ir a su restaurante. Nos pareció que tuvo una aptitud muy comercial, profesional y franca, sin tratar de enredarnos. Al día siguiente fuimos a comer a su restaurante, pero no le vimos porque tenía otro turno de trabajo, una lástima no habernos podido despedir de él.

Aprovechamos también para pasear por el centro comercial (mall) Parque Arauco, donde en ese momento estaban de rebajas y tenían casi todos los productos al 50%, lástima que no podemos cargar con compras… porque estaba todo muy bien de precio!!!

El último día nos reencontrarnos con Carola, la chica que habíamos conocido en el tour a las Torres del Paine y que se metía todo el rato con el Da, diciéndole algo de una piña… todavía no lo entendemos, jejejeje

Con Carola

Con ella recorrimos parte de la zona del GAM y del Museo de Arte, ese sector todavía no lo conocíamos. Tomamos un helado en la conocida cadena de heladerías del Emporio de la Rosa. Ese día no pudo venir Joselito “el torero” porque tenía trabajo atrasado, pero bueno… nos hubiera gustado poderlo saludar también, son muy buena gente y nos dieron buenos consejos.

Y por fin, llegó el gran día de preparar todo el equipaje y salir al aeropuerto. En cuanto al transporte del o hacia el aeropuerto, decir que sale por 13.500 pesos (21’3€ aprox.), es una especie de precio fijo hasta la zona donde estábamos alojados (Las Condes). El problema de si te ven extranjero es de que te intentan tomar el pelo (vaya… otra vez más.. noooo!!!). Cuando llegamos a Santiago desde Buenos Aires nos pretendían cobrar 25.000 pesos (25 lucas como dicen por aquí o 39’5€ aprox.), menos mal que desde Casa Daroch nos habían advertido del precio, así que buscamos a un taxista que nos cobrara 13.500 y listos.

Cuando llegamos al aeropuerto vimos que todo era un caos, imaginaos a toda la gente del vuelo con más de 40 kilos por persona para facturar… todo eran cajas, bolsas gigantes… y si a eso le sumas que habían vendido más billetes (boletos) de avión de los que podían (overbooking), la que se avecinaba era importante. Todo ello era debido al inicio inminente del Tapati Rapa Nui, es decir, las fiestas grandes de la Isla.

Facturando equipaje (¿Equipaje?)

Al pedir asientos en las salidas de emergencia y decirnos que el vuelo estaba super completo, nos enteramos de la situación real, el Da, como aquel que no quiere la cosa, pidió de ofrecernos voluntarios para el siguiente vuelo, sabiendo que algo podríamos sacar, ya que sabíamos a través de otros amigos como Jordi de Miguel que siempre te dan cosas ventajosas en contra partida por las molestias. Lo que nos ofrecieron fue tremendo para nosotros, ya que no tenemos prisa en llegar a los sitios y cualquier cosa extra, en nuestra situación, se agradece mucho, mucho, muchooo!!! Lo que nos dieron fue alojamiento durante el día en el Crowne Plaza de Santiago (bien!), desayuno, almuerzo y cena en el hotel (bienn!!), traslados pagados (biennn!!!), tarjetas telefónicas a cada uno por valor de 4.000 pesos (biennnn!!!!), por cierto… tarjetas que luego cambiaríamos en Isla de Pascua por souvenirs… jejeje), cambio de clase en el siguiente vuelo (biennnnn!!!!!),  y a escoger entre 500$ americanos para siguientes vuelos con LAN o 170$ ingresados en nuestra tarjeta de crédito también a cada uno… (biennnnnn!!!!!!). Así que aumentando un poco el crédito de nuestras tarjetas y aceptando el resto de cosas, nos quedamos en tierra durante 12 horas más, nos sentimos muy afortunados, ya que nos estaban pagando por viajar!!!!!!!

Desayuno!!!

La experiencia en el hotel fue muy satisfactoria, disfrutamos de su mega desayuno buffet libre (tenedor libre), de su piscina, del wifi, de las comodidades de una habitación 5 estrellas, del almuerzo,  y del pic nic que tomamos de cena, ya que nos recogían del hotel a las 19:20, y pedimos que nos dieran la prestación que nos tocaba (cena) para llevar. Ah…. Otro detalle que desconocíamos hasta que lo preguntamos en el hotel… pudimos tomar productos del mueble bar!!!!!!! Entraban también como compensación!!!!! Ni que decir tiene en que estado dejamos el mini bar… se quedó temblando, ups! Más provisiones!!!!!!!

Para nuestro siguiente vuelo, a las 21:20, nos pusimos otra vez en lista de voluntarios para quedarnos en tierra, pero hicieron el corte justo 1 persona antes de nosotros!!! Si nos hubiera vuelto a tocar el quedarnos en tierra… hubiera sido brutal!!! Pero bueno, solo podemos dar las gracias a LAN por pagarnos un extra que nos vamos a dar en Tailandia, del que hablaremos dentro de 2 meses.

Probando suerte la segunda vez...

Antes de despedirnos hasta nuestra siguiente entrada sobre la Isla de Pascua (increíble-increíble!!!), queríamos destacar los consejos que nos dio Roberto, él se dedica profesionalmente a hacer tours por Santiago, ha vivido muchos años en la costa oeste de Estados Unidos, por lo que es bilingüe. Y forma parte del gran número de damnificados por el famoso 11-S de las Torres Gemelas de New York, ya que pocos días después del atentado que cambió el mundo, tenía que tener aprobada su nacionalidad estadounidense, pero la política agresiva de George Bush y su prohibición a nacionalizar a cualquier persona durante dos años como represalia a los atentados, hizo que Roberto tuviera que volver a Chile y comenzar de nuevo a luchar. Desde aquí recomendamos que si tenéis poco tiempo en Santiago y necesitáis un guía experimentado, contactéis con él a través nuestro.


Para terminar comentaros que estamos lanzando esta entrada desde la Polinesia Francesa, donde las conexiones a internet son bastane caras y escasas las gratuitas... por ese motivo nos estamos demorando algo más de lo normal en actualizar el blog. Esperamos ponernos al día lo antes posible... La entrada de Isla de Pascua ya la tenemos casi acabada.