Polinesia Francesa: Papeete y Moorea

La Polinesia Francesa es un lugar donde siempre hemos querido ir, pero digamos que no está muy al alcance económicamente hablando… por fin ahora con este billete que hemos comprado de “around the world”, es posible, y sólo lo podemos describir con una palabra: Paraíso

Polinesia Francesa

Para poder visitar lo mejor posible algunas de sus islas, compramos un pack de 4 billetes de avión de Air Tahiti, se llama Bora-Bora pass, no suena mal, verdad? Incluye la visita por las Islas de la Sociedad, ya que la Polinesia se compone de 5 archipiélagos, y visitar todos en tan poco tiempo (12 días) es imposible.

A la llegada al aeropuerto de Papeete hacen una selección de maletas a revisar, a la nuestra no le tocó pasar por el scaner, pero no puedes entrar a la isla nada de frutas y verduras.

Un detalle que no habíamos tenido en cuenta es que la Polinesia pertenece a los territorios de ultramar de Francia, por lo que no nos sellaron el pasaporte por ser ciudadanos de la Comunidad Europea. Nos hubiera gustado tener el sello de la Polinesia en nuestros pasaportes…

No sabíamos muy bien para dónde tirar o donde podíamos ir a coger un taxi para ir a nuestro hotel, fuimos preguntando por los diferentes stands que tienen las agencias de viajes organizados para informarnos, y un señor, que nos pilló el acento, nos dijo que había una agencia con una chica que hablaba castellano. Allí conocimos a Sonia, una catalana que vivía en Cubellas (Barcelona) , que tras una serie de circunstancias en su vida, decidió dejar todo lo que tenía allí y probar suerte en otro lugar.  Como tiene la nacionalidad francesa, se fue a vivir a estas maravillosas islas, y comenzar de nuevo. Se dedica al turismo, a recibir a los turistas en el aeropuerto, llevarlos al hotel, y hacer tours por la isla. Además de todo esto también se dedica a la artesanía, haciendo joyas, en su mayoría con las famosas perlas de Tahiti, en este enlace podéis ver parte de su bonito trabajo, y si os gusta… hace envíos a todo el mundo!!!!

Ella es una persona muy activa y después de 7 años en Papeete conoce a mucha gente y se mueve como pez en el agua, nos dío varias indicaciones de “supervivencia” y luego nos acompañó a nuestro hotel.  Le agradecemos habernos recibido así y tratarnos tan bien.

Con Sonia quedamos un día, nos recorrimos el mercado. Allí puedes encontrar todo tipo de artesanías de madera, de mimbre, joyas, perlas, productos de cosmética como cremas hidratantes, aceites corporales, protectores solares, etc. Además, tiene la parte típica de alimentación con  carnes, verduras, pescados y varios establecimientos de comida hecha.

                         

De ahí nos fuimos al Tahiti Pearl Market, una joyería especializada en perlas. La Ro se quería mirar unos pendientes de perlas de esta zona, pero no muy caros, por supuesto!!!.

Perlas de Tahiti

Allí nos recibió muy bien Lionel, un “crack” de las perlas que habla varios idiomas, y que nos atendió perfectamente castellano.  Nos enseñó todas las perlas que tenía para nuestro presupuesto, ya que hay precios para todos los gustos y bolsillos, también nos aconsejó sobre tamaño, color, defectos... Una vez decididas las que quería la Ro, les hicieron el agujero para ensamblarles el cierre. 

Pudimos ver todo este proceso en directo, ya que nos dejaron entrar donde trabaja el artesano, por cierto, con unos tatuajes en los dedos algo peculiares.

 

Mientras esperábamos a que se secara el “encolado”, nos pusieron un video de como las cultivan dentro de la ostra, y en general de toda la elaboración. En la próxima entrada explicaremos todo el proceso bien, ya que en una excursión a Taha’a fuimos a una granja de perlas. Es muy curioso y laborioso el proceso, no nos extraña el precio!! Si compras en este sitio te ponen de vuelta un taxi gratuito a tu hotel, sea cual sea el importe de tu compra.

Por la zona vimos todo tipo de artesanías y productos elaborados con nácar. Llamándonos la atención las fundas para el Iphone o incluso parte del pavimento de las aceras!!!!

Fundas para Iphone de nácar

Suelo con detalles de nácar

Nosotros continuamos ruta con Sonia. Fuimos a comer a Les 3 brasseurs un restaurante que ella conoce y donde va  a desayunar para ver los partidos de futbol del Barça, ya que por la diferencia horaria le toca ver el fútbol con “tostadas y zumo” en lugar de la típica "pizza y cerveza".

Con Sonia

Sofitel Maeva Beach

Nos alojamos en el Sofitel Tahiti Maeva Beach Resort, una de las opciones más económicas que nosotros encontramos, hay que decir que los hoteles de la Polinesia los reservamos con una antelación de casi un año, y que al estar de “honey moon” (luna de miel), nos han regalado en todos 1 o 2 noches, por lo que el precio se ha ido “compensando” dentro de lo que cabe.

La verdad es que estuvimos muy a gusto, por fin una habitación con televisión, camas grandes, un buen cuarto de baño, aire acondicionado (es de agradecer dadas las altas temperaturas y la humedad que hace), piscina, etc. Además cuenta con actividades acuáticas como kayaks, snorkel, bicicletas estáticas en el agua (si, si… bicicletas estáticas dentro del agua)….

Bicicletas estáticas en el agua!!!

También tiene campo de golf, pistas de tenis y espacio para actividades al aire libre. En este hotel nos atendió muy bien Olga y al hablar con ella y explicarle que habíamos trabajado los dos para el grupo Accor, tuvo muchas deferencias y regalos para nosotros, fue extraordinario!!!

La pena es que lo aprovechamos poco, ya que teníamos que visitar la ciudad, y los alrededores. Una tarde que llegamos al hotel a buena hora y no llovía (era época de lluvias, por lo que es frecuente los grandes chaparrones!!), nos cambiamos rápido de ropa, nos pusimos el bañador y fuimos a la piscina. Era tal el ansia de agua y de meterse en esa impresionante piscina, que el Da, sin pensárselo dos veces, salió corriendo hacia la piscina, y al grito de “bukkakeee…!!!” se tiró en bomba… creando un gran tsunami. Sólo explicar que alrededor de la piscina estaba el bar y restaurante, a esa hora la gente ya iba arreglada y se estaban tomando sus cócteles tranquilamente antes de la cena, también estaba el pianista tocando… y de repente  “choooooooffffffff!!!!”, al oír el estruendo se hizo el silencio, y todos miraron hacia la piscina… el Da cuando se dio cuenta, también empezó a mirar atrás, como si no fuera con él la cosa… y yo no sabía donde esconderme mientras a él se le veía de lo más natural mirando alrededor, se tenía que estar ahí para verlo, ay mare!!!

No comments...

Pensábamos coger el avión hasta Moorea, lo teníamos reservado con el Bora-Bora pass, la sorpresa fue al llegar al aeropuerto e ir al mostrador de facturación, nos habían adelantado el vuelo!!! Ya había despegado y no había otro hasta el día siguiente... Nos mandaron un e-mail para confirmarnos los horarios tan solo 2 días antes, pero es el problema de estar en un sitio donde el wifi es inexistente, y si lo hay es pagándolo muy caro, por lo que no nos podíamos conectar y chequear el mail a diario. Antes de que cundiera el pánico pensamos fríamente, por suerte este trayecto entre Papeete y Moorea no era muy largo, 15 min. de avión, mejor dicho, de avioneta. Sabíamos que había un ferry que hacia este recorrido, por lo que nos fuimos a la terminal, y allí conseguimos pasajes por unos 12€ cada uno, solo tardó en llegar 45 min. Menos mal!! La verdad es que viendo lo bien que fue el ferry, hubieramos cambiado el itinerario que escogimos para el Bora-Bora pass, haciendo salida y llegada desde Moorea, por lo que hubieramos podido visitar otra isla más, pero claro... eso lo sabemos ahora.

Ferry de Aremiti que utilizamos para ir a Moorea

Nos recomendaron comprar toda la comida que pudiéramos en Pappete ya que es algo más barata que en el resto de las islas. La verdad es que hay que hacerlo. En Papeete te encuentras grandes supermercados como Carrefour, Champion, etc. Donde los precios están compensados, y puedes tener ofertas en muchos productos, nosotros recomendamos ir a Carrefour, es mucho más grande y los precios son mejores. Por otro lado en las demás islas, éstos no existen, hay pequeños colmados donde el precio es abusivo, por no hablar del precio de los restaurantes para comer. Por lo que tuvimos que hacer una dieta especial a base de pan, tomate, queso, mortadela, y en contadas ocasiones atún!!! Según nos dijo Alfred, el hermano del Da, “una familia entera puede sobrevivir 2 años a base de chopped”, gran frase…

Dieta polinésica con tomate

Dieta polinésica con crackets

Comentar también que hay una "seña de identidad" omnipresente en toda la isla, es la de la cerveza Hinano, de la que se venden todo tipo de souvenirs. El encargado de merchandising ha hecho un grandísimo trabajo, ya que tienen linea de todo tipo de ropa, joyeria, bolsos y demás cosas típicas... venden con el logo de la marca hasta los posavasos típicos de los bares!!! En cuanto a la cerveza en si, decir que la probamos y que no estaría entre las 10 mejores que hemos degustado durante el viaje...

Para moverse por la isla puedes utilizar el bus, es correcto y no sale caro (130 francos, 1'08€ aprox.), hay diferentes lineas y tiene parada en todos los sitios importantes (aeropuerto, terminal de ferry, carrefour...). El taxi suele irse a los 1.000 francos (8'38€ aprox.) más equipaje, en el caso de que lleves maletas.

Una vez ya en Moorea, nos dirigimos a nuestro hotel, Les Tipaniers, todo un acierto!!! Está situado en una de las playas más conocidas de Moorea, es la que sale en casi todas las postales de la isla.

La verdad es que el entorno es paradisiaco, el color del agua es increíble, puedes ver todo el fondo marino, corales, peces, etc. 

Allí hicimos snorkel y lo disfrutamos mucho, fue impresionante!!!. Mucha gente nos ha comentado que la playa de este hotel es la mejor de todas las de Moorea y creemos que tienen razón, cada día venía gente de otros hoteles a sacarse fotos y a disfrutar del agua. 

También pudimos contemplar alucinantes puestas de sol.

 

Por suerte las 5 noches (2 de ellas “negociadas” gratis!!!) que estuvimos allí, el tiempo nos acompañó casi siempre!! Por lo que temprano (07:30_08:00) nos íbamos a la playa,  ya que el sol quema mucho y no se aguanta desde las 11:00 hasta las 15:00.

Me obligaron a posar así...

Después de nuestro “festín de mortadela” del mediodia, nos íbamos a conocer los alrededores del hotel. Un día caminando nos fuimos hasta lo que había sido un gran hotel junto al Camping Nelson, ahora abandonado. Estaban todos los bungalows derruidos, una gran piscina dejada…. Nos sorprendió mucho ver eso así, parecía haber sido un gran complejo, con buena ubicación, que por desconocidas circunstancias se había venido abajo. Estuvimos un buen rato imaginándonos los buenos tiempos de ese lugar.

Todas estas islas cuenta con bastante vegetación, a decir verdad, son montañosas, y en la ladera de esa gran montaña es donde están las playas y los hoteles. Así que además de actividades acuáticas también las hay de montaña, como trekkings, paseos en 4X4, visitas de cascadas...

Un día que amaneció lloviendo decidimos ir a Maharepa, el centro de compras más grande que tienen. La verdad que nos decepcionó un poco, no es lo que nos esperábamos. No habían muchas tiendas, algunas de ellas estaban cerradas desde hacía tiempo, y las otras eran todas de souvenirs. Así que después de dar una vueltecita por ahí, vimos una cafetería que tenía internet gratis, no podía ser!!! Nos pedimos una consumición cada uno, ya que era obligatorio y a navegar!!! Llegamos sobre las 11:30 y montamos toda nuestra oficina (ordenador, libretas, mapas…), cuando eran las 13:30, y ya por vergüenza decidimos comer allí, ya que además el precio no era muy caro. Nuestro estómago no se lo podía creer, comida caliente y diferente!!

Trabajando-comiendo en el Moz Cafe

 La verdad es que nuestra estancia en Moorea sirvió para relajarnos, y disfrutar de sus playas. 

Momento "Walking away" de Craig David

En la próxima entrada hablaremos de Bora-Bora, y de Taha’a, donde vivimos una de las experiencias más impactantes de lo que llevamos de viaje, fue como estar en otro planeta…