Buggy-Buggy

A la llegada a la estación de Ica nos preparamos para conocer una especie autóctona que vaga por donde hay guiris, habíamos oído hablar de ella, se trata de la “homo-getus”,en este caso versión taxista, esta especie vive de lo que puede sacar a los guiris, tienen un sentido desarrollado para las matemáticas, un ejemplo:

Sabíamos que el precio del recorrido de Ica a Huacachina era de 5 soles. Mientras esperábamos a que sacaran el equipaje se nos acerca un taxista uniformado, su precio 7 soles, nos dice que son 5 en el recorrido inverso, ¿por qué? aún no lo sabemos,  le decimos que vamos a seguir preguntando porque su precio es caro, entonces se acuerda de que tiene a dos inglesas que también van a Huacachina y que si queremos podemos compartir taxi con ellas, pagando 4 soles nosotros y 4 ellas, en total 8 soles, bueno… al fin y al cabo nos sale a cuenta a los 2… la sorpresa fue cuando más tarde nos encontramos a las inglesas y nos comentan que a ellas les ha cobrado 7 al llegar a su hostel, total ganancia para el “homo-getus” 7+4=11!!!!! 

Peeeeeero, la cosa no termina ahí, ya que cuando explicamos la jugada en nuestro hostel, nos enteramos de que el taxista cobra comisión por traer a los clientes… esta comisión es de 4 soles por traernos a nosotros, más otros 4 por llevar a las inglesas al suyo… con lo que el nuevo total es de 11+4+4=19!!!! Un crack!!

Hay que decir, que estos eran los “taxistas oficiales”, es decir, los “legales”, los que vagaban por fuera de la estación eran “diferentes”. Nos sentíamos como en “Isla Tortuga”, en cualquier momento veríamos aparecer a John Silver con su loro sobre el hombro cantando aquello de "ron, ron, ron… la botella de ron"

Cuando por fin estamos en ruta después de negociar con el taxista nos damos cuenta del paraje en el que estamos, todo lleno de dunas, arena, y al final de la carretera, el “oasis” de Huacachina. Es una laguna rodeada de hostales y restaurantes.

La primera excursión que nos ofrecen es la de coger (tomar para ellos, ya que coger es otra cosa…) un buggy (ver foto) durante dos horas y recorrer las dunas a modo de montaña rusa, cuando estás en lo más alto, sacan las tablas para que nos podamos tirar por ellas, de pie, sentado o tumbado, igual que hacer snow board pero en arena, esto se llama sand board. La verdad es que esta experiencia se la recomendamos a todo el mundo, es muy divertida y descargas adrenalina!!!! (imprescindible llevar gafas de sol y no abrir la boca)

                                                                                                                                      

Al día siguiente nos vinieron a buscar bien temprano 6:30 hora peruana, es decir 6:50 aprox (no son puntuales…) y recorrimos durante 2 horas la panamericana, hasta llegar a Paracas, donde nos esperaba una lancha e hicimos el recorrido hasta Islas Ballestas. Antes paramos para ver desde el mar el geoglifo del Candelabro, ahí nos contaron varias hipótesis sin saber ellos cual era cierta (mapa de un tesoro, símbolo hecho por extraterrestres, símbolo masón para que José de San Martin, libertador de Perú, supiera por donde debía entrar e iniciar la independencia de Perú...).

En Islas Ballestas pudimos ver toda la fauna autóctona de allí: pingüinos, leones marinos, cangrejos, pelícanos y un sinfín de tipos de aves.

Para aquellos que algún día quieran visitar Huacachina se recomienda que compren comida en Ica, ya que aquí no hay supermercados, solo hay puestecitos en los que venden patatas fritas, bebidas, y papel de baño, y en algunos pocos, fruta, por lo que el precio es más elevado. También  hay restaurantes y aunque no son tan baratos como los puedes encontrar en el centro, en un par de sitios el menú de mediodía está a 10 soles (2’7 euros aprox.)

Otra excursión que se puede hacer desde aquí es a Nazca, para poder ver los famosos geoglifos desde el aire y el cementerio de Chauchilla, a 30 kilómetros.

En nuestro caso, hemos decidido pasar noche en Nazca y al día siguiente hacer las 2 excursiones para por la noche salir en bus a nuestro siguiente destino, Arequipa. En la próxima entrada explicaremos nuestras impresiones sobre Nazca y Chauchilla.