domingo, 8 de abril de 2012

Isla norte, desde la Península de Coromandel a Taupo


Como dijimos en nuestra última entrada, para poder recorrer mejor las dos islas alquilamos una campervan, es decir, una “furgoneta” equipada con una nevera funcional, una pequeña pica para lavar platos, un fogón para cocinar y que además está preparada para poder dormir en su interior. Nuestra primera opción era alquilarla en Wickedcampers, pero en el tiempo que estuvimos en Auckland conocimos a gente en el hostel que había tenido malas experiencias con esta empresa, y si a esto le sumamos que en la prensa leímos una noticia de un accidente de una wicked por problemas de mantenimiento... no quisimos correr riesgos. Buscamos otras empresas y la que se ajustó más a lo que buscábamos fue Jucy, aunque no era la más económica, pero bueno, valió la pena, ya que están en muy buen estado y nos fue fabulosamente bien.

Nueva Zelanda es un país perfecto para poderlo recorrer en este medio de transporte, hay múltiples áreas de descanso y baños con duchas públicas que por lo general suelen estar en buen estado.
En casi todas las poblaciones existen puntos de información, conocidos como i-site, donde te aconsejan sobre los lugares que puedes visitar, donde dormir con la campervan de forma gratuita o pagando (en función de los servicios que quieras…) y te proveen de útiles mapas de carreteras. Los i-site nos fueron de gran ayuda para poder conocer más sitios de los que a priori teníamos previstos y descartar otros que nos desaconsejaron.

Nuestro primer destino fue la Peninsula de Coromandel, pero antes de llegar hicimos un alto en el camino para comer. La elección del lugar se hizo por el “artículo 34” de la ley de Shaquille O’neal”, es decir, tenemos hambre-comemos. Gracias a este “artículo”, fuimos a dar con un sitio “pintoresco”… se trata del Corogate Cafe. La primera impresión que tuvimos fue la de “madre mía, donde nos hemos metido…” . La media de edad del personal que trabajaba allí era de 70 años (como la Pili), iban vestidos con trajes típicos ingleses de los años 50 y todo el local era una especie de “museo-tienda” de juguetes y souvenirs referentes a la corona británica.


Baño del local




















La comida que nos sirvieron nos gustó mucho, y la relación calidad precio fue sorprendente, ya que en el caso de la hamburguesa el precio no llegó a 5€!!! Ese día sabemos de uno que no cenó.


Llegamos a Whitianga a media tarde y aprovechamos para cargar la Jucy de provisiones. Esa primera noche no sabíamos muy bien donde dormir y la pasamos en una calle cerca del embarcadero.
Por la mañana visitamos la Cathedral Cove. Para poderla ver tuvimos que hacer un trekking de unos 45 minutos, vale la pena la caminata, ya que la visión de esta enorme roca erosionada te hace sentir muy pequeño.
































A partir de las 14:30 horas comienza a bajar la marea, por lo que nos dirigimos a nuestra siguiente parada, la conocida Hot Water Beach, donde te puedes hacer tu propio “spa” cavando en la arena, aunque como la Ro experimentó más tarde, no era necesario hacer un agujero en la playa para sentir la sensación del agua caliente!!!

Spa privado
Spa privado









Ro sentada en la zona más cálida
Antes de que baje la marea
Una parte de esta playa está situada sobre una bolsa de magma de más de 170º, y tiene 2 puntos por donde evacúa el calor a la superficie a una temperatura aprox. de 60º, por lo que haciendo un agujero en la arena y dejando que entre un poco del agua del mar para templarla, hace que tengas tu propio spa de agua caliente.


La gente iba a la playa muy preparada con palas para cavar y con neveras repletas de todo tipo de bebidas para poder disfrutar de una tarde de relax.



Al día siguiente amanecimos en Tauranga, donde después de desayunar con vistas al mar, subimos al Mt. Maunganui. La ascensión es continuada y tuvimos que parar en un par de ocasiones para descansar, ya que el día fue de los de cielo totalmente despejado y con un fuerte sol. Las vistas desde la cima son bastante buenas. Como curiosidad explicar que una de las cosas que nos ha sorprendido mucho y que hemos visto muy a menudo en Nueva Zelanda, es la cantidad de gente que va descalza por todos sitios… sin importarles que llueva, haga sol, ir por asfalto o por tierra, y en este paseo por la montaña también lo vimos. No entendemos cómo pueden aguantar el dolor, nosotros íbamos equipados con nuestras botas y aún así nos costaba, y veíamos a muchos de ellos subir sin nada en los pies, alucinante!!!
































A la hora de pasar noche con la campervan, supimos que no se puede acampar libremente por las ciudades, por lo que gracias a las i-site te pueden informar sobre los sitios donde te permiten pernoctar. Hay lugares baratos que son del DOC (Department of Conservation) donde puedes dormir pagando poco dinero. A la llegada al sitio hay unos tablones donde anuncian el precio por persona y unas urnas donde hay sobres en los que tienes que poner los datos del vehículo y el dinero, así en caso de que vengan los del DOC a revisar, saben quién ha pagado y quién no. Los servicios que te ofrecen son muy pocos, tan solo baño. Hay otras zonas de acampada que son gratuitas y también ofrecen baños, depende de cada ciudad.
La verdad que una de las cosas que nos gustó de la campervan es la libertad que tienes para dormir, desayunar, comer, y cenar, en aquellos lugares que más te gustan, sin necesidad de tener un sitio predeterminado a donde llegar. Gracias a eso pudimos disfrutar de estos paisajes al anochecer y atardecer, como en este área del Lake Rerewhakaaitu.





Desayuno



Da cocinando




Para proseguir con nuestra ruta nos desplazamos a Rotorua, ya que esta zona es muy conocida por sus paisajes volcánicos y áreas geotermales, aunque la primera impresión que te queda del lugar es su pintoresco olor, a huevo duro!!! Tuvimos sensaciones muy similares a las que experimentamos en Beppu (Japón) hace unos años.

El área termal de Wai-O-Tapu está cubierta por cráteres derrumbados, piscinas de lodo, fumarolas de vapor… Nos llamó la atención la amplia gama de colores que pudimos ver, causados por elementos químicos como azufre, arsénico, síliceUna de las piscinas que más resalta por su tono ocre es la Champagne Pool.
































Con el mismo ticket de entrada de Wai-o-tapu puedes acceder también a ver el Lady Knox Geyser, se encuentra a 2 minutos en coche. Nos dijeron que teníamos que estar en este geyser a las 10:15 ya que erupcionaba a esa hora. Cuando llegamos había ya una gran expectación, nuestra desilusión fue cuando después de una explicación de un empleado, este le echó unos polvos al geyser y lo hizo “aparecer”. Nos llevamos una sorpresa negativa ya que creíamos que era natural y que cada día explosionaba a la misma hora, pero nada que ver. De Geyser nos quedamos con el que también hay en Beppu que efectivamente lanza agua de forma natural siempre a la misma hora, impresiona!!





A continuación fuimos a ver las Mud Pools, también entra dentro de la entrada de la zona hidrotermal, aunque a estas piscinas se pueden ir de forma gratuita ya que no había ningún trabajador controlando la entrada.










Otro lugar que visitamos fue Waimangu, valle volcánico donde tras un paseo de 3 horas pudimos introducirnos en otro mundo y contemplar cráteres, riachuelos, manantiales de agua caliente, geysers... Toda esta zona da la sensación de estar sobre una olla que hace "chup chup", te das cuenta de lo viva que esta la tierra.







Justo antes de entrar a Taupo, nuestro siguiente destino, hicimos una parada en las Huka Falls, donde es impresionante el color, la fuerza y el ruido del agua.


Una vez en Taupo continuamos visitando lugares "extraños" por su naturaleza volcánica, como las Wairakei Terraces, compuestas por un circuito geotermal y la recreación de una pequeña villa maorí. Por la publicidad parecía algo diferente y vistoso, una vez allí... menos mal que nos cobraron la entrada de estudiante, porque fue una pérdida de tiempo y dinero. Lo único bueno que nos llevamos, fue el poder meter los pies en una piscina a 40º. La historia de esta piscina es curiosa, ya que durante las contiendas entre diferentes tribus maoris (hay que recordar que eran bastante belicosas), esta piscina era considerada territorio neutral, por lo que podían compartir baño guerreros enfrentados.









Ro calentándose los pies











Por suerte conocimos a una chica que promocionaba las piscinas de agua caliente Taupo DeBretts,  ella nos regalaba un vale del 10% de descuento, pero al explicarle que estabamos dando la vuelta al mundo y que teníamos un blog donde explicábamos nuestra aventura, no dudó en llamar por teléfono a su jefe y conseguirnos 2 pases de un día!!! (Thank you so much, Jennifer!!!)

Este complejo esta compuesto por diferentes piscinas termales al aire libre, cada una a diferente temperatura, tienen también jacuzzis, un tobogan de agua y (atención!!!) piscinas privadas alquiladas por horas!!!




















El final del día fue extraordinario, nos encantó y nos recargó las pilas por completo, pareciamos como dos niños corriendo de un lado al otro del centro, ya que nos "obligaron" a probarlo todo. Hacía muchos años que no nos tirábamos por un tobogan de agua... Hubo un momento que llovía con fuerza y ni nos dimos cuenta de lo a gusto que estábamos dentro de la piscina. Estos regalos se agradecen mucho-mucho!!!!





4 comentarios:

  1. Pero bueno,stais lanzados!Otra entrada n tan pocos dias?Aprovechad,xo acordaros q siempre os kedara mi idea dlas memorias!;-b
    PD:a ver si ay suert sta vez y os llega mi comentario!
    Bsitos

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  2. Ya habeis encontrado a Frodo Bolsón?

    Je,je,je...

    Un abrazo

    Jix

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  3. Quina enveja!!!! Aquest sempre ha estat el viatge que hem desitjat, Nova Zelanda, i ara ens hem de conformar llegint les vostres cròniques per l'illa nord.

    Molts records de l'Arnau, la Laura i en David.

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  4. me encanta ver como lo estais pasando!!! seguir realizando el sueño en realidad y a disfrutar del mundo!!! un beso enorme para los 2!

    Flavia

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