Una vez repuestos del susto de la gasolina que explicamos en la entrada
anterior, nos dirigimos hacia Punakaiki para poder ver por la
mañana las Pancake Rocks. El camino desde Inangahua hasta
el desvío de Westport que va dirección a Charleston es
malo para hacerlo por la noche, ya que no está iluminado (como es normal
en Nueva Zelanda) y está repleto de curvas. Nosotros lo tuvimos que
hacer por la noche por el tema del combustible… entre comillas tuvimos suerte
de que aquella noche era luna llena y se veía medianamente bien.
Pancake Rocks |
Para dormir intentamos buscar un área de descanso, y la encontramos en
el lookout (mirador) de Irimahuwhero, desde donde
tuvimos una espectaculares vistas de toda la costa iluminada por la luna, la
verdad es que fue una lástima no poder captar con la cámara ese momento para poder mostrarlo,
fue alucinante.
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Jucy con el mar de fondo |
Las Pancake Rocks son una formación de rocas vistosas y
con cierta semejanza a un pastel laminado de chocolate, de ahí su
nombre. El circuito para poderlas ver es gratuito y no demora más de 30
minutos.
Desde este punto nos desplazamos para obtener información y conectarnos a
internet de forma gratuita a la localidad de Hokitika, allí
encontramos el i-site de turno, la
biblioteca con internet gratis, baños públicos y también un New World (supermercado)
donde compramos provisiones para los siguientes días. En este i-site nos
dieron información detallada sobre nuestras dos siguientes visitas, el Franz
Josef Glacier y el Fox Glacier, ambos relativamente cerca
uno de otro.
En Hokitika también se encuentra un National Kiwi Centre (frente al New World), donde puedes ver esta
curiosa “ave” representativa del país. Hokitika está
bien para hacer una parada técnica y luego continuar viaje, para nada más, a
pesar de tener playa, ya que las fuertes corrientes y la plaga de mosquitos (Sand fly) que te pican incluso
llevando tejanos lo desaconsejan como base para pernoctar.
La noche la pasamos en el espacio habilitado por el DOC de Mcdonald’s Creek,
donde se utiliza el sistema de depositar el dinero en un sobre de plástico
dentro de una urna con los datos del vehículo para poder pasar la noche. Este campamento es muy básico,
únicamente tienen un baño tipo foso.
Por la mañana fuimos hacia nuestro primer destino, el Franz Josef
Glacier. El tiempo no era el apropiado para hacer esta salida, ya que
llovía y hacía algo de viento, pero era intentarlo o no ir, porque lo que no
íbamos a hacer era probarlo otro día. Así que nos empapamos de arriba abajo
literalmente y nos acercamos lo máximo que nuestra ropa aguantó.
Franz Josef Glacier |
Franz Josef Glacier |
La visibilidad no era buena, por lo que las fotos son como son. Impresiona
la accesibilidad que tiene este glaciar, se podría decir que está a unos 45
minutos andando desde el parking, teniendo en cuenta que el parking está muy
cerca de la carretera general.
Después de prácticamente quitarnos toda la ropa y ponerla a secar en el salpicadero del coche con aire caliente (suena cutre... pero funciona!!!). Nos volvimos a preparar para ver el segundo
glaciar, el Fox Glacier. Entre ambos puntos hay una distancia de
unos 30 minutos en coche. El tiempo resulto ser “algo mejor“
que en el Franz Josef, pero igualmente la Ro no se
arriesgó e hizo toda la caminata en pantalón corto!!! Su teoría era buena, “si
me voy a mojar igualmente ¿qué más da lo que lleve puesto? El pantalón corto se
secará antes…”, y así lo hizo todo, a pesar de las miradas de
todo el mundo e incluso de que le hicieran fotos!!!
Fox Glacier |
Fox Glacier |
A medida que te vas acercando al glaciar, hay diferentes marcas en el suelo
que te indican donde había llegado a estar años atrás. El retroceso de los
últimos años ha sido brutal, llamándonos la atención la marca de 1935, situada
a unos 5 o 6 kilómetros de donde se encuentra actualmente.
Hay muchos avisos de que no te alejes de las balizas, ya que han habido varios
accidentes mortales por imprudencias. Tanto en un glaciar como en el otro,
puedes contratar excursiones con guías y equipación especial (crampones y equipo de
montaña) para pasear por encima del glaciar.
De camino a Wanaka, nuestro siguiente destino para pernoctar,
hicimos varias paradas en diferentes lookout’s, ya que la belleza
de la isla sur de Nueva Zelanda radica en sus paisajes
naturales. Hay numerosos miradores a lado y lado de la carretera, y aunque
parezca que no te van a sorprender, cada uno es diferente y vale la pena parar.
Cascada al lado de la carretera |
Hawea Lake |
Wanaka nos pareció un pueblo bastante tranquilo y moderno a la vez,
recordándonos a los típicos pueblecitos de montaña alpinos. Se pueden hacer
varios trekkings desde aquí y si se quiere algo más tranquilo todavía… puedes visitar el Puzzling World!!!.
Puzzling World |
Este sitio nos gustó mucho, habíamos oído hablar de él a través de Javi&Bibi y
ya que pasábamos noche tan cerca de él, decidimos visitarlo!!! Puzzling
World es la puerta de entrada a un mundo de ilusiones ópticas y
desafíos de lógica. Estuvimos más de 3 horas visitando todas las salas,
saliendo de un laberinto enorme (27 minutos!!!), ojeando todos los productos de
la tienda y probando de solucionar varios juegos de lógica que tienen en la
entrada. Fue muy divertido!!!
Hologramas |
Laberinto |
Sala de caras |
Esta sala con las caras de Einstein, Mandela, Beethoven, Churchill, Linconl y
la Madre Teresa de Calcuta. nos impresionó, ya que
debido a su forma cóncava y a la iluminación que repercutía en ellas, daba la
impresión de que fueran convexas (con relieve hacia fuera), es decir, con relieve... y que no apartaran
la vista de tí, estuvieras en el lugar que estuvieras, digamos que era una sensación inquietante…
Lazy Dog |
Ese día teníamos ganas de darnos un pequeño capricho, y paramos a comer en un restaurante un tanto
especial, el "Lazy Dog". El sitio era realmente bonito
y estaba ubicado en un entorno de viñedos y naturaleza. Los dueños nos
preguntaron por nuestro origen y al decirles que somos catalanes nos sacaron
una botella de cava Freixenet para relacionarnos con ella y de esa forma “ubicarnos“ en
su mapamundi particular de regiones vinícolas… Esta gente de los vinos es muy
rara… jejeje
Más tarde estuvimos hablando de las variedades que hay en nuestra zona y
como le caímos en
gracia, nos dieron a probar 5 copas diferentes de riesling's y sauvignon's blancos de Nueva
Zelanda, genial!!!! Este sitio sería perfecto para hacer una velada con "los
tres sommeliers" (Jix, Pep y Ricardo)!!!
Desde el embarcadero de Queenstown |
Alrededor del lago hay un agradable paseo con gran variedad de restaurantes
y comercios. Desde el embarcadero hacen excursiones tranquilas en barco y
también las de derrochar adrenalina por todos los poros en unas ultra rápidas y
manejables lanchas que podéis ver en el siguiente video.
Veladores para cuando se va el sol |
Queenstown |
Queenstown está repleta de tiendas con material de montaña de diferentes marcas
(Macpac, Patagonia, North Face, Columbia…),
y en todas ellas existe una sección de “clearance” (ofertas) con mucho
material y rotación de productos para escoger. Tuvimos la suerte de llegar a
esta ciudad cuando hacía una semana que habían empezado las rebajas, por lo que
algo calló…
Nos pareció un sitio para estar una buena temporada de relax y hacer paseos,
fue una grata sorpresa descubrirla y la añadimos a nuestra lista de lugares favoritos.
La visita que desaconsejamos hacer es la del Kiwi & Birdlife Park. En este sitio
podemos sacar únicamente de positivo que pudimos ver kiwis en
movimiento, nada más. Este centro es privado y tiene unos precios caros (36 $,
22’6 € aprox.) para lo que ofrecen, la excusa es que no reciben subvenciones
estatales… Puedes entrar en este centro y salir durante todo el día, ya que la
entrada lo permite, por lo que una vez visitado todo, si no vas a volver,
siempre te queda “negociar” con alguien que esté haciendo cola en la
taquilla para comprar una…
Este sistema de “entrada abierta” también se utiliza en la otra
atracción de la ciudad, el teleférico. Nosotros no subimos por no gastar más,
priorizamos con el Kiwi & Birdlife Park y creemos que nos
equivocamos en la elección.
Cementerio de Queenstown |
Cementerio de Queentown |
Para continuar viaje nuestra primera idea era ir a Milford Sound,
conocido como uno de los sitios imperdibles de toda Nueva Zelanda por
sus fiordos y sus parajes enigmáticos, pero para llegar hasta
allí teníamos que hacer cerca de 300 kms. (3 horas y media mínimo en condiciones normales...)
y luego volver sobre ellos, ya que no es un camino de paso, has de ir expresamente.
Aunque el factor que realmente inclinó la balanza en el “no” fue otra vez el
climatológico, ya que había previsión de fuertes tormentas en esa zona para los
siguientes días, por lo que decidimos buscar otra vez un plan b, y este fue el
de ir a perdernos a una aldea de montaña a 45 kms. de Queenstown.
El lugar escogido fue Glenorchy, creemos que sale en los mapas
porque tiene un pequeño embarcadero desde donde hacen excursiones por la zona.
Si lo que buscas es un sitio tranquilo y prácticamente deshabitado, este es tu
lugar.
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