martes, 23 de octubre de 2012

Varanasi, primera toma de contacto



Pira funeraria en el río Ganges, Varanasi
El viaje en tren de Jhansi a Varanasi fue de lo más entretenido, y al decir entretenido queremos decir que no pegamos ojo en las más de 14 horas que duró el viaje... a pesar de ser un tren nocturno. Salimos de forma puntual a las 23:30 pero llegamos con casi 2 horas de retraso.

Viajamos en el Bundelkhand express, que es una especie de "trenhotel tipo estrella" al estilo indio, en el que los departamentos son para 8 personas en lugar de para 6 y donde había una cortina en lugar de una puerta. Cuando accedimos a nuestras plazas nos encontramos que estaban ocupadas (eso aquí es normal), al vernos los "ocupantes" y nosotros comprobar que no tenían ni la más mínima intención de irse, dejamos el equipaje en el suelo y les enseñamos la reserva de forma "expresiva", acto seguido y  de muy malos modos se fueron.


Para que os hagáis una idea de como es por dentro, os ponemos el siguiente video del tren en el que viajamos.

Las 8 literas utilizaban tres paredes, 6 en dos laterales y en la pared más cercana a los pies las otras 2, dejando entre estas 2 y las otras 6 un pasillo por donde podía pasar cualquier persona del tren, como podréis haber visto en el video de antes. Al poco tiempo vinieron 4 portugueses que ocuparon las 2 literas de arriba junto a las que habían ruidosos ventiladores y las 2 de los pies. Más tarde vino una especie de revisor que comprobó que estábamos en nuestras plazas y nos preguntó que tomaríamos para desayunar, en realidad sólo nos dejó escoger el tipo de bebida caliente (café, té, leche...) porque lo demás ya lo traían por defecto (2 huevos duros y 3 tostadas).

Con los portugueses no tuvimos mucho "feeling" porque dos de ellos nos pidieron cambiar nuestras literas que estaban abajo por las suyas de arriba del todo (las de los ventiladores), al decirles que no, parece ser que se molestaron. A partir de ahí se pasaron hasta las mil hablando entre ellos y haciendo ruido. Al poco de callarse e instaurarse la relativa paz que te da un tren tan ruidoso como este, sobre las 2 o las 3 de la madrugada se subieron los otros dos ocupantes que faltaban y que iban en las literas intermedias. Estos dos últimos compañeros tenían algo descuidado el tema de la higiene, por no decir que uno de ellos roncaba como un jabalí salvaje en celo, diosssssss..... todavía tenemos dudas sobre si lo que yacía sobre la litera de encima del Da era persona,  animal o bestia (como diría nuestro amigo Nico). Cuando nos trajeron el desayuno, los dos viajeros de las literas intermedias no estaban, se habían bajado sobre las 6 de mañana en otro sitio, aunque hay que decir que su aroma seguía de viaje con nosotros...

Buldenkhan express
Buldenkhan express










Escenas desde el tren










Para ser diplomáticos diremos que el desayuno lo trajeron de una forma "poco aséptica", los huevos te los daban en mano sacados de un cubo metálico, las tostadas iban envueltas en papel de periódico, y los vasos de bebida caliente todavía no sabemos de dónde salieron.
Desayuno Buldelkhand express
A nosotros se nos quitaron las ganas de desayunar, llámanos "puñeteros", los demás del compartimento nos preguntaron que si no lo queríamos que si lo podían coger,  lo primero que pensamos fue en la noche que nos dieron, pero luego nos entró el sentimiento de ver como se iba a desperdiciar la comida y les dijimos que la podían coger. Le hicimos una foto a los desayunos, parecía que íbamos a acabar el viaje con buen rollito con los lusos. Se lanzaron como unas ansias a las tostadas hasta que... HORMIGAAAAS de medio cuerpo rojo aparecieron de entre los papeles... se estaban pegando un festín de pan!!! Aquello parecía una marabunta, memorable.
Hormigas rojas desayunando
Reflexionando en la distancia, sabemos que en su momento no deberíamos habernos reído del tema delante de ellos, y que quizá ese detalle pudo influir "un poquito" en que cuando llegamos a Varanasi con las 2 horitas de retraso nuestros compis portugueses ni se despidieran, quizá el tema de las hormigas fue... el karma?

La estación de tren de Varanasi es caótica, al bajar del tren tuvimos un golpe importante de calor y humedad, todo ello acompañado de un sol rabioso, si a eso le sumas el cansancio que llevábamos acumulado en las últimas 24 horas... os podéis imaginar que no estábamos en nuestro mejor estado físico posible. Pero la cosa no se queda ahí... al ser final de trayecto, por cada turista que bajábamos del tren nos acompañaban 50 locales "con prisa". La sensación de aturdimiento, estrés, desorientación y locura te invade. Hay un momento en que no sabes para dónde ir, por suerte nos esperaba Dubey, un guía de confianza contratado por Anil, y un conductor. Prácticamente llegamos al hotel a rastras, y cuando conseguimos rehacernos un poco... reflexionamos por un momento en cómo lo hubiéramos hecho desde la estación hasta allí si no nos hubiera venido nadie a buscar, uffff...

Hubiera sido complicado, muy complicado. La estación estaba llena hasta los topes, porque en India cuando crees que ya no cabe nadie más, para ellos quiere decir que está al 80% del aforo completo. La gente invadía los andenes, escaleras, pasillos y notabas la incómoda sensación de que te empujaban, te hablaban en diferentes idiomas para captar tu atención y te intentaban agarrar el equipaje para llevarte a su alojamiento, tienda o donde sea. De verdad que vivimos una situación muy estresante y eso que íbamos acompañados!!!

Nos alojamos en el Hotel Meraden Grand, un sitio alejado del centro, tranquilo y con varios servicios por los alrededores. Estuvimos a gusto y es recomendable, siempre y cuando dispongas de transporte (tuk-tuk, taxi o un  pintoresco rickshaw).
Rickshaw

Tuk tuk




Por la tarde quedamos con Dubey para que nos llevara a ver el sunset (la puesta de sol) al río Ganges, esa fue nuestra primera toma de contacto con un sitio mágico del que habíamos oído hablar infinidad de veces y que estábamos seguros que nos iba a marcar.

Aparcamos a unas calles del río, ya que las contiguas son muy estrechas y no permiten el paso de vehículos. Toda esta zona tiene un olor muy especial y en algunos tramos más que olor es un hedor abominable. Hay que tener en cuenta que en India los animales campan a sus anchas y estos hacen sus necesidades donde les pilla, por lo que esto combinado con calles estrechas da un resultado peculiar.

Varanasi street
Varanasi street

Callejeando por Varanasi 
Varanasi street
Varanasi street














Nos llamó mucho la atención la gran cantidad de gente mayor que vimos en esta zona, se lo preguntamos a Dubey y nos explicó que la ciudad es tan sagrada que morir dentro de ella te libera de seguir reencarnándote, y que por eso la ciudad es un refugio para personas mayores que suelen ir a los templos en espera de su muerte. Una vez fallecidos son incinerados y sus cenizas esparcidas por el río, pero este proceso lo detallaremos más detenidamente un poco más adelante.

Después de salir del laberinto de calles, apareció ante nosotros un espacio abierto lleno de magia, colores, olores, ruidos, humo, sensaciones... de nuevo muchísima información de golpe.

Nos encontrábamos en los Ghats  que van a parar al río sagrado Ganges.

Ghats
Vista frontal de parte de los Ghats de Varanasi
Los conocidos  Ghats son unos escalones donde se realiza gran parte de la vida diaria y tienen una connotación muy religiosa para los hindúes. Se podría decir que en este sitio tienes una visión de las etapas de la vida, ya que desde estos escalones se accede al río donde millones de personas (y no exageramos) han venido a purificarse en vida o a liberar los ciclos de reencarnación en la muerte.


Vamos a intentar explicarlo de la forma más simple posible, aunque ya adelantamos que es complicado para los que desconocen el complejo mundo religioso que hay en India y sobre todo para los que venimos de Europa, donde hasta hace relativamente poco "dejaban existir" una única religión.

Hay 4 religiones de origen indio, jainismo, sijismo, budismo y por último el hinduismo (la más seguida), pero no son las únicas que se practican...  hay judíos, cristianos y muchos islámicos (3ª religión del país). Como dato positivo decir que todo esto da una riqueza cultural muy grande y como negativo que entre algunas religiones hay conflictos.

Entre las 4 religiones originarias de India hay varios rasgos comunes, como por ejemplo la reencarnación, es decir, que después de lo que nosotros conocemos como el final de la vida, la muerte, para ellos es un cambio de estado, ya que tu mente, tu conciencia, alma o energía puede ir adoptando otros cuerpos materiales, en función de los actos que has realizado en vida, interviene de nuevo el famoso karma. Si tus actos han sido negativos, te reencarnaras en cuerpos que ellos denominan inferiores como animales o insectos, ahí podemos tener la gran explicación del respeto de un hindú por la vida y el por qué de que sean vegetarianos.

En el rio Ganges se puede poner fin a este proceso infinito de reencarnaciones conocido como moksha, la liberación, la escapatoria de la rueda de samsara.  Aunque hay cinco casos en los que no esta permitido cortar este ciclo de "más vida" porque se considera que merecen vivir más. Estos casos son los de un mujer embarazada, un leproso, un muerto por picadura de cobra, niños menores de 9 años y una persona que haya dedicado su vida a la religión, como puede ser un sadhu. En estos casos sus cuerpos se envuelven en telas, se atan con cuerdas y se les ayuda con una piedra para que al tirarlos al centro del río, se hundan... Algunos de estos cuerpos pueden no haber sido del todo bien sujetados a la piedra y emerger a la superficie para seguir el curso del río... como fue el caso del cuerpo de un niño que vimos flotando justo por el lado del bote en el que íbamos... fue horrible... hemos querido subir la foto desenfocada a posteriori para que os podáis hacer un poco a la idea de lo que vivimos en ese momento, pero sin ánimo de buscar morbo, simplemente esto es un accidente dentro de una ceremonia, pero un accidente que puede ocurrir y que si no te lo han explicado antes (como fue nuestro caso) te puede llegar de forma muy directa. 

Cuerpo flotando en el Ganges

Ver este proceso en directo como lo pudimos presenciar es duro y te deja descolocado, ante nuestros ojos percibimos la vida y la muerte. Mientras vimos la escena de la anterior foto, cerca había gente haciendo su vida normal, sin prestar atención...












Para el resto de casos, el proceso es diferente. El hijo primogénito se rapa la cabeza y se pone ropas blancas, envuelven al fallecido en un lienzo blanco si es varón o anaranjado si es una mujer, también vimos como estos lienzos estaban cubiertos con telas doradas para los hombres y naranjas para las mujeres, según nos informó nuestro guía. Luego lo atan a una camilla de bambú en la que han depositado flores y lo trasladan al río donde lo sumergen para purificarlo.


















La familia compra leña y según su posición social la ponen más cerca de la orilla (familia menos pudiente) o en un plataforma en una zona más elevada, los que se lo pueden permitir. La cantidad de leña que se suele utilizar es de unos 350 kilos y según la economía de la familia esta será más buena (la carísima madera de sándalo oscila las 700 rupias/kg (8'30€/Kg, total cerca de 3.000€)) o peor (la de bambú sobre 300 rupias/kg (3'50€/Kg, total 1.225€)), teniendo en cuenta que cuanto peor sea la madera, peor será la combustión... algunos asistentes traen polvos y líquidos (que pueden comprar por los alrededores) para acelerar el proceso, vimos varias piras funerarias en las orillas que no habían alcanzado su objetivo...
Preparación antes de ser depositado el cuerpo en la pira

Pira funeraria
Pira funeraria










Pira funeraria
Restos de una pira funeraria en la orilla del Ganges
Una vez han puesto al cadáver en la pira funeraria, de nuevo el hijo primogénito, portando una rama con fuego, la rodea cinco veces antes de proceder a prenderla, da una vuelta por cada elemento (fuego, agua, tierra, viento y sol). A estas ceremonias sólo pueden acudir los hombres, la explicación que nos dieron fue que la muerte es motivo de "alegria" y las mujeres muestran más sus sentimientos y que al llorar impiden que el fallecido se purifique. Aunque también históricamente hay que decir que hasta finales del siglo XVIII era costumbre que la viuda fuera quemada viva junto al fallecido, según leímos en una guía este ritual es conocido como  Sati, donde la viuda saltaba voluntariamente al fuego y en otros casos la familia del marido la empujaba, ya que se debían hacer cargo de su manutención. En la sociedad hindú la viuda pierde todas las propiedades y derechos, no se pueden volver a casar y han de vestir con saris de color blanco (color de luto en India), debe llevar la cabeza rapada envuelta en una tela, no pueden llevar joyas y han de tener una marca de ceniza en su frente, las menos afortunadas son muertas en vida condenadas por haber perdido a su esposo, es muy duro.
Mujeres separadas de la ceremonia
Después de unas 3 horas, recogen las cenizas y las tiran al río, en los casos en que la combustión no ha hecho todo su trabajo, recogen los restos que queden y los tiran, estén como estén...   Durante el proceso de quema hay unos encargados de ir removiendo todo y "recolocando" lo que vean que no ha prendido, ellos son gente sin casta  (del tema de las castas hablaremos en la última entrada de India, donde comentaremos varios aspectos de cosas que de una forma o de otra nos han llamado la atención y que no hemos tocado antes). Todo lo que vemos se desarrolla con absoluta normalidad, sin dramatismos. Observamos con estupefacción a gente que remueve y criba lo que ha quedado en las cenizas y a otros que sacan barro del río, del que van extrayendo dientes de oro, anillos... objetos de difuntos que quedaron mezclados junto a las cenizas en la quema. Nos dicen que estos objetos los venden y que lo que sacan de ellos se dona  para que las familias con menos recursos puedan comprar leña. Vemos también que cerca de las piras hay animales, sobre todo vacas, cabras... y ya no supimos como reaccionar cuando vimos a un perro escarbar en unas cenizas y salir corriendo a toda velocidad con "algo" entre los dientes... el ciclo de la vida continua.
Animales en el Ganges
Animales en el Ganges










Viendo la cantidad de piras encendidas que había en este espacio de cerca de 5 kms., cuerpos sin vida esperando su turno y teniendo en cuenta que esto funciona 24 horas al día, surge una pregunta clara,  ¿Cuántas incineraciones se pueden hacer al día? Más tarde, nos respondió nuestro guía, nos dijo que había una estimación de alrededor de 500. Si lo extrapolamos a un año, nos dan 182.500 incineraciones. Puestos a pensar... si todas estas cenizas son lanzadas al Ganges a la altura de Varanasi, y si a estas le añadimos la de muchos hindúes de India y del resto del mundo que son enviadas a este lugar sagrado... estamos hablando de que este es el mayor cementerio del planeta?

Volviendo a la ceremonia, el proceso continua, ya que diez días más tarde, los hombres de la familia se rapan el pelo y hacen una ofrenda en forma de puja (pequeño cuenco de papel con flores y una vela de grasa) que la lanzan al río. Este acto lo vuelven a repetir más adelante (3 meses, 1 año...). El periodo medio de luto es de 12 meses, en los que la familia no puede asistir a bodas, ni fiestas, ni celebrarlas. Cuando se celebra el Shraddh suele acabar el luto, esto se suele hacer en el primer aniversario del fallecimiento.

Ro ofreciendo una puja














Con nuestro bote atravesamos el Ganges desde donde fuimos testigos del día a día de este lugar tan mágico. La otra orilla es como una gran playa desierta, sucia, llena de residuos tales como latas, plásticos, sin más edificaciones que algunas barracas. Cuando crece el río en la estación húmeda, esta zona queda totalmente inundada. Desde esta zona parece que estés contemplando como un decorado, es una sensación inquietante, detrás tuyo tienes arena hasta donde te alcanza la vista prácticamente y delante el Ganges, los Ghats, crematorios, llamas, humo, gente, vida... y muerte.
Aquí reposamos un rato, respiramos profundamente y meditamos mientras contemplamos la puesta de sol.


El Ganges es el río más sagrado de India, nace en el Himalaya y cruza el país de norte a este. Los hindúes creen que fluye del cielo a la tierra para poder purificar a los que toquen sus aguas, según estas leyendas en él habita la diosa Ganga y cada día al atardecer en los Ghats Dasashwamedh y Man Dir se hace un ritual hindú conocido como Ganga Aarti en el que se hacen sonar tambores, gongs, instrumentos de música autóctonos, campanas... acompañados de cantos y mantras en sánscrito. Para nosotros fue una simbiosis inconexa de sensaciones que cuando llevábamos cierto tiempo le enontramos ritmo y sentido.  Esta ceremonia tiene varios actos, en uno de ellos 5 bailarines levantan al unísono una especie de lámpara de la que sale incienso, luego la cambian por el objeto que veis en la foto inferior derecha, donde destaca el fuego... 




Es todo muy simbólico, el objeto de esta ceremonia es el de ofrecer luz a las deidades para obtener la gratitud y dicen que si el río refleja la luz ofrecida, es señal de que ha sido aceptada, cosa que dicho sea de paso, les pasa cada día...

El olor a incienso, la gran cantidad de gente que había por devoción y los sonidos que hemos explicado antes, le dan al conjunto un aire místico. Para poder enseñaros mejor lo que vimos, hemos subidos los dos siguientes vídeos.




Cuando llevas un buen rato escuchando todos estos mantras unidos a las campanas y al olor del incienso, necesitas desconectar y decidimos ir al hotel, el día había sido muy, muy intenso en todos los aspectos, teníamos que asimilar muchas cosas y notábamos que cada vez nos faltaba más energía, quizá debería ser porque no habíamos comido en todo el día, sólo ingerido zumos y agua...

En nuestra siguiente entrada os seguiremos hablando de sitios que visitamos en Varanasi y de la ciudad sagrada para el budismo de Sarnath, donde Siddharta Gautama predicó por primera vez el budismo.

1 comentario:

  1. Que entrada más interesante. ..la verdad es que me ha encantado. Muy intensa,vamos para leerla varias veces.

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