jueves, 25 de octubre de 2012

Varanasi y Sarnath

Varanasi al amanecer
Para poder ver el sunrise (amanecer) quedamos con Dubey muy pronto, a las 5:00, es decir, que llevábamos 2 días casi sin dormir y casi sin comer... y aún habría un tercero como explicaremos más adelante... pero el esfuerzo valía la pena, aunque nos sentíamos cada vez más débiles.

A esas horas imaginábamos que prácticamente no encontraríamos nada de movimiento en los Ghats y alrededores, y aunque había mucha más tranquilidad que el día anterior, no éramos lo únicos que estábamos ahí para ver la salida del sol y los famosos baños rituales del río.










Sin embargo lo primero que vimos fue una comitiva fúnebre que llevaba un cuerpo sin vida a un crematorio, lo hacían repitiendo una canción, a modo de himno, repetitivo y curiosamente animado. Como ya dijimos en el post anterior, los crematorios y las ceremonias se realizan durante las 24 horas del día.
Comitiva fúnebre
Llegamos al bote y vemos que para muchos botes todavía el día no ha empezado.











"Purificándose" los dientes
con agua del Ganges











Pero el nuestro ya estaba más que dispuesto, aunque tuvo que necesitar que alguien le echara una mano.
Remando por el Ganges
Cruzando el Ganges










La otra orilla al amanecer











Los juegos de colores son realmente bonitos, nos entretuvimos mirando a un lado y al otro, imaginándonos como debe ser toda esta zona inundada en época de lluvias. Mientras divagábamos por ahí nos fijamos en un grupo de chicas, entablamos conversación con ellas y nos volvimos a quedar de nuevo sin aliento cuando comprobamos que sacaban agua del río, la hervían y... preparaban té... sabemos que es de mala educación rechazar una invitación... pero... no pudimos asumir ese desafío, nos descolocó totalmente.

En apenas unos minutos y casi sin darnos cuenta, esta parte del río se empezó a llenar de gente que habían venido a darse sus baños purificantes, vimos también a muchos otros que se rapaban la cabeza, símbolo inequívoco de que estaban honrando a un fallecido.





















Habían familias enteras que llegaban en botes enormes, otros que llegaban solos, algunos que se despojaban de todas sus ropas y lo cruzaban a nado... escalofriante para alguien con nuestra mentalidad sabiendo lo que hay por ahí abajo, purificante y vital para un hindú.




















Hubo un momento en que llegamos a perder de vista a nuestro capitán de bote y cuando lo encontramos, estaba entreteniéndose de la forma más simple en aquel ambiente tan lúdico, con una cometa... cometa que pasó a ser devorada por un perro.















Como en el día anterior, nos volvió a chocar la cantidad de suciedad que había por todos sitios, como ropa, bebidas, platos...

Más tarde nos dijo nuestro guía que muchos de los residuos que hay, vienen por la corriente desde la otra orilla, y que otros son de los peregrinos que llegan hasta este punto del río y que se despojan de todas sus vestimentas, para después atravesar el río a nado, en ese momento de comunión con el entorno se purifican y limpian sus pecados, una vez llegan al otro lado del río van a un templo cercano a meditar como seres limpios y puros.












Por el camino de vuelta hacia nuestro punto de salida con el bote, seguimos viendo escenas de mujeres practicando sus abluciones matutinas, es decir, purificando partes de su cuerpo con este agua sagrada. También vemos a monjes, nativos, niños... disfrutando del momento y transmitiendo imágenes muy entrañables.


No hemos querido poner fotografías de piras, con las del anterior post hubieron suficientes, pero os podéis imaginar que mientras se hicieron estas instantáneas los Ghats y por lo tanto los crematorios estaban funcionando a todo trapo...

Salimos de los Ghats y nos fuimos directamente a desayunar como hienas, estábamos muy hambrientos!!! Por suerte Ro pudo comer tostadas (no picantes!!!) con mantequilla, mermelada, zumo... jejeje
Con el estómago lleno y algo más de energía, nos fuimos a ver otros puntos diferentes de la ciudad, paseando cerca de esta zona nos encontramos con un templo muy colorido, al mismo estilo de los que vimos en Singapur. Este tipo de templos son más comunes en el sur de India.













Luego tuvimos ciertos problemas para poder recuperar el control total del coche, digamos que se habían adueñado de él un par de monos que no estaban dispuestos a levantarse, y eso que nuestro conductor intentó dialogar con ellos un buen rato, jejeje

Da captando el momento
Nathional Geographic













Del tremendo alboroto y caos que representa en líneas generales Varanasi, fuimos a visitar un templo donde se respiraba paz y tranquilidad. El Bharat Mata Temple se encuentra en el campus universitario Mahatma Gandhi Kashi Vidyappeth, y es conocido por el enorme mapa en relieve de mármol de India. El templo fue inaugurado por Mahatma Gandhi en 1936 y financiado por dos nacionalistas, con la idea de que la gente se diera cuenta de la extensión de terreno que ocupaba su país y la cantidad de culturas y religiones que convivían en él. Recordemos que desde 1845 hasta 1947 India era una "gran colonia comercial" inglesa de la que hoy en día, a pesar de ser todavía enorme, ha perdido un 40% de su tamaño respecto al día de su independencia, con la formación de países como Pakistan, Blangadés, Sri Lanka, Birmania, Nepal, Bután y Maldivas.

Gandhi consiguió ser la voz de un movimiento pacífico e inició una campaña de desobediencia civil con una política de NO violencia hasta que pudieron conseguir su objetivo. Aunque al principio no había tenido en cuenta que la gran diversidad el país pasaría factura y fraccionaría el país que conocía. Por motivos religiosos, el primer gran pedazo que se separó fue Pakistan por su mayoría musulmana, y a él le siguieron otros. Volvemos a recomendar ver la película Gandhi protagonizada por Ben Kingsley, resume a la perfección lo que ocurrió en esos convulsos momentos y te haces más a la idea de la diversidad que aquí se respira.











Bharat Mata Temple










En estas fotos podemos ver como se levanta la cordillera del Himalaya al fondo, lugar único del planeta donde hay 10 de las 14 cimas que superan los 8.000 metros de altura, con el Everest y sus 8.848 metros como máximo exponente.

Para poder ver este mapa hay tres niveles, la planta desde la que están tomadas estas fotos, otra que hay por debajo y la planta alta, como no, cerrada ese día por reformas.

Intentamos visitar el Durga Temple, conocido también por el templo de los monos de Varanasi, pero como... y ya van unos cuantos comos... estaba cerrado por obras y limpieza. Hemos visto fotos en guías y en ordenadores de otros amigos que han llegado a estar dentro y de verdad que no se parecía en nada a lo que pudimos ver desde fuera... no se parecía en cuanto a lo dejado y sucio que estaba todo. Vimos monos, si, pero sobre todo vimos muchísimos más residuos y moscas. Esta vez hay que decir que casi todo aquello parecía obra del acopio de los propios monos, como si tuvieran el síndrome de Diógenes, pero un síndrome especial, ya que sólo acumulaban recipientes de comida y de bebidas dulces, de los que habían esparcido por toda la superficie del recinto cientos de latas, botellas, envoltorios patatas, chucherías...

También nos desplazamos a ver el Vishwanatah Mandir, esta situado dentro de las enormes instalaciones de la Banaras Hindu University donde asisten más de 20.000 estudiantes. Dentro del templo hay varios espacios para meditar y orar, es un sitio extrañamente tranquilo para la gran cantidad de alumnos que lo frecuentan. Es luminoso, amplio, cuidado, esta en buen estado y hay jardines a su alrededor. El templo fue producto de una donación por parte de una famosa familia de industriales, esta construido en piedra de mármol blanco. Otros detalle es que esta dedicado a Shiva y es una réplica del Kashi Vishwanath Temple. Vale la pena ir para recuperarte física y mentalmente de otros lugares mucho más agobiantes de la ciudad.
Vishwanatah Mandir





















La siguiente visita que hicimos dentro de la ciudad fue al barrio musulmán, repleto de calles muy estrechas y con el sonido de fondo de los telares funcionando. La gente vestía muy diferente a lo que estábamos viendo hasta ese momento, parecía que estábamos en un país islámico.





















El barrio musulmán es conocido porque esta repleto de talleres de telas, donde trabajan con algodón y seda y hacen saris, pañuelos y demás elaborados. Nos hicieron un completísimo tour "a la americana" donde pudimos apreciar sus rudimentarias herramientas en talleres sin prácticamente ventilación ni luz y los extraordinarios resultados que conseguían, acabando este tour en una "tienda-encerrona" con aire acondicionado y bebidas gratuitas (coca-colas bien frias!!!), donde delante nuestro esparcieron decenas de artículos para que los compráramos mientras nos agasajaban con bebidas.











La verdad es que cuando nos vemos en situaciones así, somos muy taxativos y pasamos de comprar nada, pero aquella vez nos hizo gracia el despliegue de medios que se gastaron y por qué no decirlo, lo bien que se estaba con el aire fresquito!!! Así que compramos un par de pañuelos de seda para Silvia y Pili. También disfrutamos mucho de la conversación del guía y del vendedor, fueron educados y muy simpáticos, como no!!! Uno vendía productos y el otro cobraba comisión, jejeje

  

































Si os fijáis, en las dos fotografías de arriba, se puede ver el sistema de pedales que tiene la máquina, y en la de abajo a la derecha como el trabajador está troquelando las piezas a mano para poder plasmar mas tarde esos dibujos en las telas.

A 11 kilómetros de Varanasi se encuentra Sarnath, es conocida porque Buda predicó por primera vez aquí y es una de las cuatro ciudades (Lumbini en Nepal, y Bodh Gaya y Kushinagar de India) que señaló a sus seguidores como sagrada. La Stupa Dhamakh es el símbolo de Sarnath, ya que señala el lugar desde donde en el bosque de ciervos Buda dio sus primeras enseñanzas después de alcanzar la iluminiación. La actual construcción data del siglo VI, mide 43 metros de altura por 28 de diámetro y fue construida sobre otra estructura anterior del 249 aC. encargada por el rey Ashoka.

Stupa Dhamekh
Casi todo lo que quedan son ruinas de templos y stupas destruidas por las repetidas invasiones que sufrieron. Destaca también la Chaukhandi Stupa, inicialmente hecha para conmemorar diferentes acontecimientos de la vida de Buda y más tarde modificada con una torre octogonal para otros usos.
Chaukhandi Stupa
El siguiente punto de interés fueron las ruinas del Mulagankhakuti Vihara Temple, es un lugar sagrado porque según cuentan, durante los monzones, paso una temporada viviendo aquí. Muy próximo hay un templo hecho en 1930 con diferentes escenas de la Siddartha Gautama antes de ser conocido como Buda.

Mulagankhakuti Vihara Temple






















Mulagankhakuti Vihara Temple
En el exterior hay una campana sagrada donada por los budistas japoneses, recordemos que aunque el budismo nació en India, está muy extendido por todo el mundo, sobre todo por la parte asiática (China, Japón, Tibet...) y que alrededor de este lugar hay muchos templos budistas de origen tailandés, tibetano, chino, japonés, coreano, de Myanmar... Hay muchas escuelas budistas perteneciente a diferentes comunidades.
Campana del Mulagankhakuti Vihara Temple
Muy cerca de este punto está el árbol sagrado donde dicen que Buda meditaba cuando alcanzó la iluminación. Es un sitio lleno de simbolismo y muy llamativo, se respira un ambiente solemne y de profundo respeto, es un sitio especial, transmite paz y tranquilidad.










Árbol sagrado de Sarnath
 Mulagankhakuti Vihara Temple
y a su derecha el árbol sagrado 
Para quien esté interesado en el tema, le recomendamos un libro que descubrimos en New York allá por el 2006... en un restaurante indio al que es asiduo el escritor de Deepak Chopra, en su libro Buddha narra la vida de un príncipe llamado Siddharta. Este rico heredero está constantemente protegido entre algodones, alejado de todo lo malo que cree su padre que le puede afectar de forma negativa y rodeado de lujos, hasta que mediante una serie de experiencias acaba alcanzando el Nirvana, la liberación, momento en que pasa a ser Buda. Es muy interesante y te da nuevos puntos de vista.

El siguiente templo budista que visitamos era tibetano, muy colorido, llamativo, silencioso, cuidado y en muy buen estado.
Templo tibetano en Sarnath
















El último templo que visitamos fue uno tailandés, el Wat Thai Sarnath, tenía una zona ajardinada a ambos lados y una fuente central, también se veía cuidado y tranquilo, pero con muy pocos sitios donde poder resguardarte del sol, nos gustó mucho todo el conjunto y la enorme estatua de Buda, de la que nos dijeron que medía cerca de 40 metros, aunque este dato no lo hemos podido contrastar...
Detalle del Wat Thai Sarnath
Estatua de Buda del Wat Thai Sarnath




















Antes de irnos de nuevo a Varanasi, fuimos al museo arqueológico, nos decepcionó, hay que tener en cuenta que esta abierto desde 1910 (más de 100 años!!!) y que el espacio es muy reducido para lo que podría ser. Nos imaginábamos que un sitio con tanta historia como este, estaría muy bien nutrido de objetos y antigüedades, pero exceptuando el Capitel de Ashoka del siglo III aC. y una estatua de Buda en posición de flor de loto de color rojo, no había gran cosa, en 20-25 minutos lo tienes todo visto.

En el párrafo ponemos enlaces de las cosas que más nos llamaron la atención del museo porque no tenemos fotos nuestras, estaba prohibido hacerlas o filmar en video... y aunque hasta a estas alturas de viaje siempre lo habíamos conseguido... esta vez no pudo ser porque éramos los únicos visitantes del museo... y a pesar de probar técnicas que antes siempre nos habían resultado (separarnos, preguntar cosas de la otra punta del museo, hablar con el vigilante, guía, o chica de la tienda de turno, enseñar acreditaciones, etc, etc...), esta vez nos hicieron un marcaje personal exagerado, nos llegamos a pensar que nos habían confundido por saqueadores de tumbas o algo parecido, ninguno de los dos llegamos a pasar ni un segundo solos!!!

De aquí nos volvimos a Varanasi, todavía nos quedaba algo de tiempo libre para poder visitar de nuevo el Ganges, no habíamos parado en todo el día!!!

También nos acordamos que no estaría nada mal comer algo... hicimos una comida-merienda-cena de arroz con pollo y verdura que estaba buenísima. Nos acostamos tarde para variar, actualizamos nuestros diarios personales, descargamos las fotos, los vídeos, ordenamos documentación y dejamos todo preparado para partir al día siguiente en avión a Nueva Delhi.

Después de haber visitado esta ciudad recomendamos que si se tiene poco tiempo para ir a India es imprescindible acudir a Varanasi, nos pareció un lugar único, muy especial y lleno de magia, aun recordamos perfectamente las sensaciones que tuvimos allí, los olores,  el culto a la muerte,...

Nuestra próxima entrada será un poco diferente a las que hemos ido posteando hasta ahora, en ella os contaremos cosas que para nosotros han sido curiosas de ver o entender en India, cosas que en su gran mayoría desconocíamos.

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