De Puerto Montt a Puerto Natales

Foto "prestada" de nuestro ferry

Para nuestra siguiente aventura tuvimos que ir a Puerto Montt, esta ciudad no ofrece grandes atractivos turísticos, ya que es una ciudad de paso y funciona como puerto base para ferrys y cruceros.

Cerca de la zona portuaria hay un gran parque con un pequeño Museo del ferrocarril, homenajeando a este medio de transporte que tuvo gran importancia para el desarrollo de la región. Hasta este punto llegaban muchas mercaderías que más tarde serían embarcadas. En este mismo parque podemos ver algo muy común en Chile, como son los “gimnasios” gratuitos al aire libre, en realidad hay varias máquinas de ejercicios para su libre uso, son bastante populares y siempre hemos visto que hay alguien utilizándolas.

El Mercado municipal, es bastante normal, lo más destacable es la parte de pescadería, donde llamaba la atención la venta ambulante de algas secas y mejillones sin cáscara, estos últimos tenían un aspecto… diferente.

Hicimos parada en esta ciudad, porque desde aquí salía nuestro ferry con el que después de 3 días de travesía y de parar en algunos puntos de interés, llegaríamos a Puerto Natales.
Antes de embarcar, fuimos al supermercado a comprar algunos víveres en previsión de que durante el trayecto hicieran falta, la verdad es que luego no necesitamos nada de lo que habíamos comprado, ya que el servicio del ferry era correcto. Pero bueno, no fuimos los únicos en ir a comprar, dentro del supermercado estaba gran parte del pasaje del barco comprando de todo. Allí conocimos a Laura, David (“l’home aranya”) i l’Arnau, de Girona, con ellos pasamos la mayoría del tiempo a bordo. Nos pareció fantástico el hecho de que sigan viajando por todo el mundo con el peque Arnau de cerca de 3 años. También tienen un blog que no tiene desperdicio, donde explican sus salidas. Desde aquí os invitamos a visitarlo, http://sensedescans.blogspot.com, para aquellos que nos siguen desde fuera de Catalunya, comentar que el blog es en catalán, pero es fácil de entender!!!

David, Arnau i Laura

L'Arnau

L'home aranya de l'Arnau

El ferry Evangelistas de Navimag, tenía como principal función, el transporte de mercancías, siendo los camioneros los principales usuarios. La ruta por la que transcurre el viaje es interesante, ya que durante el mismo se pueden ver albatros, ballenas… y pasar por angosturas (pasos estrechos), fiordos… Por todo esto, los turistas pedían a los camioneros que los “colaran”, por lo que poco a poco se iba a convertir en una ruta de mochileros (backpackers). Evidentemente la naviera no tardó mucho en ver el filón que tenía delante, el turismo!!! Por lo que habilitó camarotes para este fin, siendo hoy en día su principal fuente de ingresos.

Nuestro camarote

Puente de mando

Puente de mando

Una vez en el barco conocimos también a una pareja de Andorra, la Dolors y el Sergi, que más tarde nos metieron en un “pequeño marrón”, jejejeje. Con ellos pudimos intercambiar información sobre posibles destinos futuros, ya que tienen esa enfermedad que nos afecta a cada vez más personas… la de viajar y conocer mundo!!!!

Tuvimos un viaje ameno y entretenido, en las horas muertas se dan charlas sobre fauna, flora, glaciares y sobre las excursiones que se pueden hacer a la llegada, como la de las Torres del Paine.
Por megafonía anunciaban si había alguna ballena cerca, para que todo el mundo pudiera aproximarse a verla, vimos a lo lejos-lejos 3, y más tarde 2.

Ballena "respirando"

Ballena

Albatros

El tramo más complicado, en cuanto al movimiento, fue cuando atravesamos el Golfo de Pena, donde el barco entra plenamente en el Océano Pacífico, que como suelen decir por aquí, de pacífico tiene poco. Este parte dura unas 10 horas, donde es recomendable tomar pastillas contra el mareo para aquellos que crean que las puedan necesitar. Debido al “buen” tiempo que tuvimos durante todo el recorrido, el balanceo del barco fue muy inferior al habitual del que tanto nos habían prevenido, tuvimos suerte.

Comparar linea de horizonte y ferry

Uno de los puntos de interés fue la aproximación al buque varado Capitán Leónidas, que ahora es el domicilio particular de una ruidosa colonia de aves. Su aspecto de cerca es fantasmagórico, parece perfecto para el guión de una novela de miedo. La historia de este navío, de bandera panameña, resulta interesante. Su capitán lo hundió para cobrar el seguro, pero los peritos lo descubrieron... Actualmente sirve como faro de navegación y punto de referencia para los navegantes.

Horas más tarde, gracias a que la meteorología lo permitió, pudimos hacer una excursión a Puerto Edén, pequeño pueblo de pescadores de 170 habitantes. Así que una vez avistado el pueblo, nos pusimos los chalecos (incómodos, por cierto…) y nos dispusimos a descender a tierra firme. Hicimos un recorrido por unas pasarelas, donde pudimos observar la vegetación de la zona y las condiciones de vida de la gente que habita este lugar. Hay que decir que para nosotros resulta chocante y complicado vivir ahí, pero que para ellos es lo normal, lo que siempre han tenido y por esto están perfectamente adaptados a ello. Añadir a esto lo que nos comentó David “l’home aranya”, que el gobierno intentó ayudarles con el envío de colchones, pero que los habitantes de Puerto Edén comercializaron con ellos e incluso los llegaron a tirar al agua… ya que ellos están acostumbrados a no utilizarlos… Algo parecido pasó con pintura que les dieron para las casas. A veces el problema de estas cosas está en no saber cuáles son las necesidades reales de cada uno y que es lo que realmente se necesita para subsanarlas.

Desembarque del ferry

En tierra firme

Paseando por Puerto Edén

Puerto Edén

De vuelta al ferry

El punto estrella del viaje era el Glaciar Pio XI, al que nos acercamos mucho, la visión de una masa de hielo tan grande es brutal. Este glaciar es el más grande de Sudamérica, pero no es tan famoso como el Perito Moreno o el Upsala (ambos de Argentina) por su compleja accesibilidad. Las imágenes hablan por si solas, falta añadir el silencio que nos acompañaba mientras lo contemplábamos para hacerse una idea del momento vivido, sin palabras.

Glaciar Pio XI

Glaciar Pio XI

Glaciar Pio XI

Con Laura y David

Trozo de glaciar

Trozo de glaciar para combinados

A partir de ahí pasamos por una serie de angosturas, la más estrecha fue la de White de 80 metros, y la corriente era muy fuerte por lo que el capitán tuvo que ser preciso a la hora de atravesar este punto.

Angostura White

Alrededor de las 11 llegamos a Puerto Natales, y desembarcamos sobre las 12:30. Desde la cubierta del barco observamos una buena panorámica de la ciudad, viendo que no era muy grande.

Puerto Natales

Puerto Natales

Ups…!!! Se nos olvidaba explicar el “pequeño marrón” por el que nos hicieron pasar Dolo  y Sergi…
En el ferry viajaba un equipo de la televisión chilena trabajando en un programa de viajes, querían recoger opiniones de turistas de diferentes partes del mundo. Bien… aquí es donde entraron en acción nuestros amigos de Andorra, ya que cuando el presentador del programa se disponía a entrevistarlos a ellos, les comentaron que nuestra historia era más interesante por estar haciendo una vuelta al mundo. El resultado final fue que en menos de diez minutos estábamos delante de una cámara de tv y un señor haciéndonos preguntas… cuando cuelguen la entrevista en internet, ya pondremos el enlace… ay mare!!! Se nota que todavía nos falta fluidez y soltura, jejejeje… aunque bueno, a estas alturas, podemos decir que más tarde nos hicieron otra entrevista para otra televisión en Chile y salimos más relajados.

Por cierto,  Dolo y Sergi no se pudieron “escaquear” de hacerla, aunque en la suya hubieron 4 o 5 tomas falsas… Ellos también tenían una bonita historia que contar, ya que están esperando su primer hijo, y siguen haciendo una vida normal, días más tarde hicieron el trekking de la W de 3 días por las Torres del Paine.

Dolo i Sergi