Puerto Varas es una de las ciudades más turísticas de sur de Chile, en la que resulta extraño ver la
gran influencia alemana que hay en esta zona, la explicación está en que hubieron varios
asentamientos alemanes a mediados del siglo XIX. Aunque el más claro ejemplo de
ello es Frutillar, de la que
hablaremos unos párrafos más abajo.
El paisaje alrededor de la ciudad
es idílico, la ciudad está a orillas del Lago
Llanquihue. La vegetación es abundante, por lo que todo es verde y tiene los volcanes Osorno (2.652m) y Calbuco
(2.063m) de fondo, el primero de ellos llama la atención por su perfecta forma
cónica, sobresaliendo la punta por entre las nubes, mientras que del segundo,
se ve la parte más alta destruida por una erupción.
Desde aquí se pueden hacer varios
paseos y trekkings, también se pueden contratar desde las agencias y desde los
propios hostels, diferentes excursiones relacionadas con deportes de aventura,
como kayak,
descenso de cañones…
Volcán Osorno |
Por la ciudad se puede visitar la
Iglesia del Sagrado Corazón, a
diferencia de las iglesias tradicionales que conocemos por Europa, las de esta zona son muy luminosas y cálidas. El aspecto
exterior es muy llamativo, destaca por su color blanco, y por el rojo de sus
tres torres que se pueden ver desde muchas partes de la ciudad.
Visitamos el Mirador de los Volcanes, situado en una parte elevada de la ciudad, en medio de una urbanización de casas de madera. Desde allí se puede ver una panorámica única con la ciudad, el lago y los dos volcanes de fondo… siempre y cuando las nubes dejen ver las cumbres de los volcanes .
Estuvimos alojados en el Margouya II, nos pareció un sitio
acogedor y con todo lo necesario para tener una buena estancia. Pierre, el responsable del hostel, fue
el encargado de recibirnos y ubicarnos un poco en la ciudad, también nos dijo
el tipo de actividades que podíamos realizar en los próximos días y la mejor
forma de llevarlas a cabo. Recomendamos este hostel también por su ubicación a
5 minutos del centro, de supermercados, restaurantes…
Hicimos una salida de un día a Frutillar, es otra ciudad de cuento,
muy pequeña, limpia, tranquila, segura y con mucho encanto. La historia de Frutillar no deja de ser curiosa, ya que
se creó como colonia alemana en 1856. Como podéis apreciar por las fotos, la
influencia teutona es enorme, pudiendo ver la bandera tricolor por todos
sitios, así como la tipografía de todos los letreros, y por supuesto la
gastronomía, encontrando platos tan típicos como el codillo, chucrut, puré, mejillones… pretzel’s, kuchen y selva negra de postre!!!! Y para beber cervezas y riesling!!!
Hasta los bomberos en alemán! |
Codillo con chucrut y puré |
Nuestro siguiente destino fue el Archipiélago de Chiloé, donde visitamos varias
ciudades. Hay que comentar que este archipiélago está plagado de leyendas en
las que se le dan explicaciones a todas las cosas cotidianas que ocurren, es
decir, hay leyendas sobre la gente que desaparece, la fertilidad, la abundancia,
la escasez… y una muy curiosa sobre las chicas que quedan embarazadas y no se
saben quién es el padre. En estos casos se recurre a que ha sido el Trauco, que las sedujo y las fecundó.
De este personaje se dice que es un seductor y fecundador de doncellas, que
habita en los bosques del archipiélago. También
existe versión femenina sobre este tema, y es conocida como la Condená. Otros personajes diferentes
son Basilisco, Invunche, Tenten y Caicai…
Trauco |
Escogimos como “campamento base” la capital, Castro, muy conocida por los palafitos que son unas casas sostenidas por pilares de madera. Sin duda resulta llamativo verlas, ya que están totalmente sobre el agua, por eso tienen que ser aguas tranquilas como las de lagunas por ejemplo.
En la Plaza de Armas está la Iglesia de San Francisco, bastante llamativa y como todas las de esta zona está construida en madera, también es muy luminosa. Como anécdota explicar que cuando íbamos a entrar, se oía desde fuera como que estaban dando misa, y que a las palabras del orador, la multitud contestaba “amén”!!!. Después de pensarlo un rato, decidimos entrar camuflados en un grupo de turistas… La sorpresa vino cuando vimos que dentro de la iglesia no había nadie y que lo que estaba sonando era una grabación!!!!! Inmediatamente se corrió la voz y comenzaron las risas de todos los presentes, lo que hizo que entrara más gente a la iglesia.
Al día siguiente hicimos un recorrido por diferentes pueblos del archipiélago. Nuestra primera parada fue Achao, nos bajamos 1 km. antes del pueblo para poder tener una panorámica desde el mirador de La paloma, después paseamos por la playa, viendo como había gente que recogía algas para dejarlas secar y más tarde comerciar con ellas.
Desde el mirador |
Algas a la venta |
En Achao se encuentra la Iglesia Santa María de Loreto, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y es la más antigua de Chile que está construida en madera, hay que tener en cuenta que data de 1730 y que todas sus uniones están machimbradas. Gracias al buen hacer de la persona encargada de la vigilancia, se nos permitió hacer fotos en su interior, ya que no estaba permitido.
De ahí tomamos un colectivo hasta Dalcahue, donde después de ver el mercado de artesanía y dar una vuelta, almorzamos. El simple hecho de pasear por estos pueblos ya vale la pena, sus casas llaman la atención tanto por su construcción de madera como por los colores con que son pintadas.
El último día lo “gastamos” en visitar Ancud, la segunda ciudad más importante de la isla. Esta ciudad fue prácticamente arrasada por completo por el tsunami posterior al terremoto del 22 de mayo de 1960, de todo ello vimos una pequeña exposición en el Museo Regional, donde se explican escalofriantes historias de algunos supervivientes. Actualmente es considerado el tsunami de 1960 como el más grande registrado hasta la fecha en las costas del Océano Pacífico.
Una exposición que para nosotros
fue asombrosa, fue la del esqueleto de una ballena
azul, es enooooorme!!! El ejemplar que tienen expuesto era de un cetáceo de 24 metros,
teniendo en cuenta que pueden llegar a alcanzar los 33 metros, misma medida que la de un Boeing 737 con capacidad para 128 personas. Este es uno de
los únicos 8 esqueletos de ballena azul que hay en todo el mundo en exposición,
suponemos que será por lo complejo de rescatar los restos de semejante
mamífero. Las tareas para recoger esta ballena, se demoraron 13 meses, ya que
aunque estaban a la vista, el lugar era bastante inaccesible y más para
recuperar un cuerpo de 24 metros y 100 toneladas.
Por cierto, en nuestra estancia
en Chiloé, Ro dice que no conoció a
nadie que se llamara Trauco…, por mi
parte, palabra de que no vi a ninguna Condená.
http://www.elrellano.com/videos_online/4866/shotover-jet.html
ResponderEliminarEsto para cuando esteis en New Zeland !! xD
Nos encanta el blog y lo mucho ke estais trabajando en el Ke Siga Bien !!!
El Sr. Trauco está como para un caprichito, Chio no hace falta que lo conozcas porque le pega un susto al miedo.
ResponderEliminarDesde luego que las casas son bien coloridas y alegres, por cierto ¿qué hace la bandera por los suelos??.
Besitos.