jueves, 8 de diciembre de 2011

Valparaíso, Viña del Mar y Temuco


Nuestro siguiente destino es Valparaíso y se encuentra al noroeste de Santiago, a menos de 2 horas en bus. Su estructura como ciudad nos recuerda a Lisboa, por lo empinadas de las calles y la solución de los ascensores para tomar altura en poco tiempo. 
Destaca por los cerros junto al mar plagados de casas, sus ascensores (aunque sólo funcionan 4 de 14), sus casas pintadas de diferentes y llamativos colores, y por sus graffitis en las calles. Sobre este punto comentar que el ayuntamiento subvenciona la mano de obra y los andamios, es decir, cuando un particular quiere pintar su fachada o pared con graffitis, lo único que tiene que comprar es la pintura, esto hace que algunas zonas de Valparaíso sean como un museo a cielo abierto.
























Hay varios miradores desde donde se pueden observar diferentes vistas de la ciudad, como por ejemplo el del Cerro Artillería, testigo silencioso de la colorida vida portuaria, el de la Plaza Bismark, el del paseo Atkinson en el Cerro Concepción… De todos estos el que más nos gustó fue el primero (Cerro Artilleria), ya que a parte de las vistas, para acceder a él, tuvimos que subirnos a uno de los famosos ascensores de la ciudad, este fue construído en 1893, y por 300 pesos te transporta al pasado en un tramo de 175m. Toda la estructura de los ascensores es de madera, pudiendo ver el suelo entre los huecos de sus láminas.



En este mismo cerro visitamos el Museo Naval, donde a través de objetos y exposiciones, nos relatan la creación de la primera flota chilena que se construyó para luchar por la independencia, ya que las tropas “invasoras-colonizadoras” venían por mar, y por mucho que ganaran batallas en tierra, siempre venían más tropas, de ahí la célebre frase de "Este triunfo y cien más se harán insignificantes si no dominamos el mar", pronunciada por General Bernardo O’higgins después de la victoria de Chacabuco en 1817 contra tropas realistas. O'higgins es considerado como uno de los grandes libertadores de América.


En uno de nuestros paseos vimos varios edificios medio derruidos y otros con aparatosas grietas, todo ello producto del terremoto del 2010. Uno de los más deteriorados fue el Mercado, que desde entonces lo han tenido que trasladar al otro extremo de la ciudad, abandonando el antiguo edificio.

Esa noche fuímos a cenar a Poblenou, restaurante de tapas, copas, etc. donde se ha buscado hacer fusión entre las tapas que descubrió Rodrigo, el propietario, en una de sus estancias en Barcelona, con la comida chilena. En uno de los platos (brocheta de pollo) probamos una especie que nos gustó mucho, el merquén ahumado.














Hablar de Valparaíso, es hablar también de Pablo Neruda. Esta era la ciudad predilecta del prolífico poeta, diplomático y anticuario entre otras aficiones. Aquí mandó construir la que sería su residencia, y en la que dio otra oportunidad a objetos olvidados por otros, ya que Neruda “reciclaba” puertas, columnas, vidrieras… provenientes de derrumbes o de tiendas de antigüedades y las incorporaba a “La Sebastiana”, nombre que dio a su casa. Es un espacio con mucha luz, hay ventanales en todas direcciones de la bahía, con una tremenda luminosidad, también tiene varios niveles, recibidor, comedor, dormitorio y despacho. Nos sorprendió que toda su casa fuera un mirador sobre la ciudad, como una pantalla de televisión gigante donde podía ver e interpretar la vida de los demás.











A menos de 30 minutos en uno de los muchos colectivos que pasan por la Avda. Errázuriz, llegas a Viña del Mar, conocida por el famoso festival de música y por el sobrenombre de “ciudad jardín” por los muchos parques y jardines que tiene. El aspecto de la ciudad es muy cuidado y limpio, y a diferencia de Valparaíso, es totalmente plano.
Empezamos el recorrido por el Reloj de Flores, continuamos subiendo al mirador que hay encima, y luego volvimos a descender para proseguir por toda la Avda Marina. La siguiente parada fue el Castillo Wülf.


De ahí iniciamos un paseo por todo el frente marítimo viendo sus playas, los grandes edificios casi a primera línea de mar estilo Benidorm (versión norteamericana, lujo), y los diversos carteles marcando las vías de evacuación en caso de tsunami. Luego seguimos paseando por las calles de detrás hasta que dimos con el centro comercial Marina Arauco, conocidos aquí como Mall. En él, a parte de todas las típicas tiendas que encuentras en cualquier centro comercial, vimos algo más que para nosotros nos choca bastante, es ver los adornos de navidad estando a una temperatura de 24ºC, no estamos acostumbrados  a ver esto con tanto calor... pero... es que estábamos a finales de noviembre!!!

 







Acabamos nuestro recorrido visitando el Museo Fonck, en el que nada más llegar te encuentras con un Moai, aunque es un Moai fuera de lo común ya que está orientado hacia el mar, cuando lo normal es que estén de espaldas, como nos dijo Paola, la dueña del Casa Fischer Hostal (muy recomendable para alojarse por su ubicación y trato). En el interior del museo se puede ver una floja exposición con objetos y explicaciones de la Isla de Pascua y la cultura Rapa Nui, un apartado de ciencias naturales con algunas curiosidades de la naturaleza, una pequeña colección de objetos procedentes de otras culturas. La verdad es que salvo un par de cosas muy puntuales, no nos pareció interesante este museo, se salvó la exposición temporal que tenían de los Jíbaros. Tribu que se dio a conocer por la técnica de reducción de cabezas de sus enemigos derrotados, que consistía en arrancar la piel del cráneo, luego la hervían para reducirla de tamaño y que el pelo no se desprendiera, y más tarde la rellenaban con hierbas y piedras, y por último la cosían, volviendo a recuperar su forma pero en un tamaño algo más grande que una pelota de tenis. Esto lo mostraban como trofeo y de advertencia a sus potenciales enemigos de lo que les podía pasar si se enfrentaban a ellos.

Cabeza reducida

Cabezas reducidas














Tequila-margarita
Esa misma tarde partimos a Temuco, llegando a las 07:30. Allí nos esperaría una de las mayores sorpresas que hemos tenido hasta la fecha en este viaje. Gracias a la intervención de un amigo chileno de Barcelona, conocimos a Verónica, Roberto, Marco y Camilo. Con ellos pudimos disfrutar de un fin de semana inolvidable. Por fin probamos el pisco sour (buenísima la receta de Vero), el tequila-margarita especial de Roberto, el pulmai (hecho en el disco con almejas, mejillones, tocino, chuletas, papas.. uhmmmmm), la merluza rebozada y aderezada con merquén
La primera noche cenamos a base de tacos con dos invitados más, Vilma y Daniel, dos amigos de nuestros anfitriones que junto a ellos pasamos una velada (y gran parte de la madrugada…) divertidísima, amena y única.
Al día siguiente fuimos al mercado a comprar los ingredientes para el pulmai y nos obsequiaron con un aji (guindilla verde) bastante popular por aquí. La tomé cortada y algo untada en sal, picaba pero tampoco mucho, aunque supongo que después de lo que hemos comido por Perú y Bolivia se nos habrá acostumbrado algo el paladar al picante.

Pulmai
Pulmai




















Con Vero y Roberto visitamos el Museo Regional de la Araucanía, muy interesante para descubrir algo de la historia del pueblo Mapuche, y más todavía cuando atiendes a las explicaciones de un antropólogo que nos hacía de guía…














Más tarde fuimos al Cerro Ñielol, parte más elevada de la ciudad, donde nos enseñaron una nueva especie de árbol para nosotros, la Araucaria, de la que los Mapuches se alimentaban de sus semillas. 









Cuando llegamos al último mirador, nos prepararon otra sorpresa más… nos hicieron pasar a un restaurante con unas bonitas vistas, para supuestamente descansar algo y poderlo ver por dentro, cuando nada más tomamos asiento... apareció un camarero con 4 vasos de mote con huesillo, que es una bebida refrescante con mote de trigo y durazno (melocotón) deshidratado más un jugo dulce y fresquito…. uhmmmmmmmm.


Al día siguiente emprenderíamos camino a Puerto Varas, ciudad muy turística que se encuentra a orillas del Lago Llanquihue, rodeado de volcanes. Pero eso junto a Frutillar y varias ciudades de la Isla de Chiloé lo comentaremos en el siguiente post.

Para finalizar queremos dar las gracias de nuevo a Verónica, Roberto, Marco, Camilo, Vilma y Daniel por dar tanto a unos desconocidos. Esperamos veros por Barcelona, y si es viendo jugar a Camilo en el Barça mejor!!! (sugerencia: podrías subir a youtube videos con los malabares que haces con el balón, te deseamos suerte en los 2 torneos que jugaras pronto!!)


1 comentario:

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    Cultura Valparaiso

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